Empieza el conteo para Gordon Brown

Hace tres años, en medio de un gran descontento entre los británicos por la guerra de Irak, Gordon Brown sucedió a Tony Blair sin que hubiera elecciones, por lo que será la primera vez que se somete al voto popular.

La fecha no estaba fijada de manera oficial, pero la decisión tomada por Brown era ya esperada por la sociedad británica después de más de una década de gobierno laborista. Dentro de un mes la población decidirá si su país está preparado para un cambio. Aunque desde hace tiempo todo apuntaba a una aplastante victoria de la oposición conservadora, el desenlace es a todas luces incierto.

"Tenemos ante nosotros las elecciones más impredecibles, dramáticas y emocionantes desde hace años", dijo el redactor en jefe de la BBC, Nick Robinson. Medios británicos comparan las elecciones de mayo con los comicios celebrados hace 13 años cuando el antecesor de Brown, Tony Blair, reconquistó el poder para el partido laborista y abrió una nueva era en la política británica. Otros las comparan con las históricas elecciones de 1979, cuando Margaret Thatcher se hizo con el gobierno y lo reformó de pies a cabeza.

En juego la economía

Lo que decide todo en buena medida es la economía, como en el resto de Europa y del mundo. El mismo Brown, hasta ahora respetado por su experticia financiera es ridiculizado últimamente como el Mr. Bean de la economía británica. Sería un milagro si el político de 59 años logra evitar convertirse en un estadista de mandato breve.

Para hacer comprender la situación económica al ciudadano de a pie el primer ministro comparó la situación del país con la lesión que sufre el jugador de fútbol Wayne Rooney: "La economía británica debe ser tratada con cuidado para que recobre su plena salud", dijo Brown, cuyo partido laborista se opone a reducir el gasto este año pese a que se espera un déficit fiscal de 163.000 millones de libras esterlinas. Aludiendo al fútbol Brown apela al gusto de muchos votantes. "La economía no está en plena forma y retirar el apoyo demasiado pronto conlleva riesgos", dijo.

La oposición conservadora, que lidera las encuestas electorales, dice que reducirá el gasto en 6.000 millones de libras si gana la elección. Los tories sostienen que no hacerlo podría poner en riesgo la calificación de la deuda británica lo que impulsaría una subida de las tasas de interés.

Los tories a la lucha

David Cameron, el líder conservador, compareció ante las cámaras de televisión y prometió esperanza y cambio a los 45 millones de votantes británicos. El líder de los tories, de 43 años, se dirigirá a sus seguidores en Londres antes de viajar a Birmingham y Yorkshire, y luego seguirá la campaña en Escocia, Wales y otras regiones de Inglaterra. El partido en la oposición necesita salir de sus bastiones en el sur para conquistar los 117 escaños más que necesita para gobernar adicionalmente a los 198 lugares que ya tiene.

El anuncio de Brown coincide con elecciones locales lo que se traduce en una efervescente campaña para los tres partidos que buscan obtener la mayoría de los 650 escaños del Parlamento.

Nick Clegg, el líder demócrata liberal, reclama una reducción de impuestos para mantener o mejorar el número de 63 escaños que ya tiene. Los liberaldemócratas, que lograron hacerse con votos tanto del Partido Laborista como del Tory podrían convertirse en la fuerza política decisiva. Si ninguna de las dos grandes formaciones obtiene mayoría en los comicios, entraría en juego un tercer partido. En el Reino Unido sólo en una ocasión ha habido un gobierno de coalición desde la Segunda Guerra Mundial.

Autora: Eva Usi

Editor: Pablo Kummetz