Empresa alemana construirá 14 primeros satélites para Galileo
7 de enero de 2010Un consorcio de empresas encabezado por la alemana OHB-System, con sede en Bremen, será el encargado de construir los primeros 14 satélites para el futuro sistema de navegación europeo. Con la adjudicación del encargo, la Comisión Europea pretende dar un espaldarazo definitivo al proyecto Galileo, que acumula importantes retrasos y cuyo coste se ha multiplicado con respecto a las previsiones iniciales. El Comisario de Transportes, el italiano Antonio Tajani, afirmó que la decisión del ejecutivo comunitario pretende "mostrar a los ciudadanos europeos que el sistema de navegación por satélite de Europa ya está encarrilado". Si se cumplen los plazos previstos, Galileo, llamado a rivalizar con el estadounidense GPS, comenzará a funcionar a principios de 2014.
OHB-System se aseguró el pedido, valorado en 566 millones de euros, tras imponerse en el concurso público al consorcio europeo EADS-Astrium. En la fabricación de los 14 satélites participará también la compañía británica SSTL (Surrey Satellite Technology Ltd.), que se encargará de desarrollar la carga útil de navegación que incorporarán los satélites. Es decir, el sistema a bordo del satélite encargado de recibir, amplificar y retransmitir las señales de radiofrecuencia. Por su parte, OHB-System se hará cargo de la construcción de la estructura de los satélites y la integración de los diferentes componentes. Está previsto que OHB-System entregue el primer satélite en julio de 2012 y el último en marzo de 2014.
La Comisión Europea adjudicó también el lanzamiento de cinco cohetes rusos Soyuz a la compañía francesa Arianespace por un importe de 397 millones de euros. Unos cohetes que pondrán en órbita a los satélites de fabricación alemana y que serán lanzados desde la Guayana francesa a partir de octubre de 2012. Por último, la empresa italiana Thales Alenia Space asumirá los servicios de apoyo técnico a los sistemas de ingeniería. El contrato está valorado en 85 millones de euros. A mediados de este año, el ejecutivo comunitario adjudicará los tres contratos restantes en los que está dividido el proyecto. Entre otras cuestiones, aún queda por dilucidar la concesión de los contratos para la fabricación del resto de satélites necesarios: un mínimo de 8 y un máximo de 18.
Proyecto emblemático de la industria aeroespacial europea
El sistema de localización y navegación por satélite Galileo constituye el mayor proyecto tecnológico común llevado a cabo en Europa hasta el momento. Un proyecto, eso sí, que acumula graves retrasos. Inicialmente, el sistema debía estar en funcionamiento ya en 2008. Si se cumplen los nuevos plazos, la alternativa al sistema estadounidense GPS echará a andar a inicios de 2014.
Unos retrasos que han encarecido enormemente el proyecto. De los 2.200 millones de euros iniciales se ha pasado a un mínimo de 5.000 millones, aunque la cifra final aún podría ser mucho mayor. Eso sí, los beneficios que reportará el nuevo sistema también serán millonarios. Entre 300.000 y 400.000 millones de euros anuales. Eso sin mencionar los 150.000 puestos de trabajo que Galileo podría generar.
Pero el objetivo del proyecto Galileo no es puramente económico. El sistema satelital acabará con la actual dependencia del sistema GPS estadounidense (Sistema de Posicionamiento Global, por las siglas en inglés), con el que competirá. Eso sí, los dos sistemas utilizarán la misma frecuencia para usos civiles. Es decir, los usuarios podrán recibir la señal de GPS y de Galileo en un mismo receptor.
Más exacto y más fiable que el GPS
El sistema de navegación por satélite europeo supondrá diferentes mejoras respecto al GPS estadounidense. De entrada, será mucho más exacto: promete una precisión de localización de la señal con un margen de error de un metro. Entre otros motivos, por el mayor número de satélites utilizados (hasta 32 en el caso de Galileo por 21 unidades en el caso del GPS). Una mayor precisión que se notará especialmente en las regiones más cercanas a los polos terrestres. El motivo, el posicionamiento de los satélites, que estarán situados en órbitas ligeramente más inclinadas hacia los polos, lo que garantiza datos más exactos en dichas regiones, donde los satélites estadounidenses pierden notablemente su precisión.
Galileo garantizará también la continua disponibilidad del servicio, excepto en circunstancias extremas, e informará a los usuarios en segundos en caso de fallo en un satélite. Además, el sistema de localización europeo funcionará también en bosques y zonas densamente pobladas, algo que GPS no siempre asegura. Su vocación estrictamente civil es otra ventaja añadida. Y es que hay que tener en cuenta que GPS es un sistema desarrollado y gestionado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Debido a su uso paralelo para fines militares, es de por sí menos preciso para aplicaciones civiles y, en caso de crisis, puede dejar de funcionar en parte.
Autor: EV / Reuters/dpa
Editor: Pablo Kummetz