Empresas: quien teme, no rinde

Mercedes Benz eliminará 8500 puestos de trabajo; Siemens Business Services, 2400; la cadena de supermercados Spar, 1700. La pérdida de empleo en Alemania continúa. Y en los trabajadores que permanecen en la empresa deja una serie de consecuencias: miedos, incertidumbres y angustia. ¿Quién será el siguiente en perder el lugar de trabajo? Ello tiene también secuelas para las empresas: la productividad desciende.

Los programas de reducción de costos –que tienen como objetivo mejor la situación financiera de las empresas– generan a menudo, por el contrario, grandes pérdidas económicas. La disminución de la motivación y las enfermedades del personal generan por año en Alemania costos de 247000 a 260000 millones de euros, de acuerdo con estimaciones del Instituto de Sondeos Gallup.

Que el éxito de una empresa depende directamente de la salud psíquica de su personal, es sabido. Pero la actual inseguridad con respecto a los puestos de trabajo hace enfermar psíquicamente a cada vez más trabajadores. En un reciente sondeo del seguro de salud DAK, el 50% de los 2000 encuestados dijo que en sus empresas se había despedido personal el año pasado.

Despido de personal: aumento del estrés general

"Los trabajadores de esas empresas sufren mucho más que el promedio de dolores de cabeza, agotamiento, perturbaciones del sueño y problemas de concentración", se lee en el estudio de DAK. Y además: "uno de cada dos trabajadores de empresas que reducen personal pierde motivación y siente que ya no tiene fuerzas para trabajar".

Es cierto, el temor a perder el puesto de trabajo ha reducido el ausentismo en un diez por ciento, lo que ha llevado a ahorrar nada menos que 1000 millones de euros por continuación de pago de sueldo en caso de enfermedad. Pero ésa es sólo una cara de la medalla. Porque las enfermedades se arrastran y los temores se multiplican, lo que termina afectando la productividad.

Ello se refleja ya en una cifra alarmante: las faltas al trabajo por causa de enfermedades psíquicas ha aumentado dramáticamente un 42 por ciento entre el año 2000 y el 2004. Los problemas psíquicos figuran ya en el cuarto lugar entre las causas más frecuentes de ausentismo laboral.

No a los secreteos y maniobras

Algo hay que hacer. Así lo han entendido ya muchas empresas. ¿Pero qué? Christian Vetter, experto del seguro de salud DAK, dice: "Cuando está prevista una reducción de personal, los directores de la empresa deben quitarle a los trabajadores la sensación de inseguridad. Y ello se logra sólo de una forma: con la mayor transparencia posible en la toma de decisiones".

"La realidad es a menudo todo lo contrario", advierte Bernd Rudow, profesor de Ciencias Laborales en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Merseburg, "en lugar de claridad y transparencia, la gerencia anda con secreteos y maniobras". Y agrega: "El miedo es un mal consejero, daña la cultura empresarial y destruye la confianza entre la gerencia y el personal".

Para Rudow, una de las tareas esenciales de la gerencia es tomar medidas preventivas en caso de reducción de despidos. Por ello aconseja a los responsables mantener conversaciones abiertas con el personal acerca de sus futuras tareas, sin perder de vista su real capacidad de trabajo. Por que lo que a menudo se califica de "condensación" de tareas no es otra cosa que los que quedan deben hacer el trabajo de los que se han debido marchar. Y eso no puede terminar bien si las exigencias son excesivas.