En Alemania habrá más pobres
10 de julio de 2004La pobreza crece en Alemania. Hay ya numerosas familias que dependen de la distribución diaria de alimentos por parte de organizaciones caritativas. Hay padres que no llevan a sus hijos al médico porque aseguran no poder pagar los costos. Hay ciudades que tienen que cerrar sus instalaciones deportivas porque no pueden pagar su mantenimiento. La diferencia entre clases sociales empieza a sentirse. Éste es un fenómeno hasta ahora poco conocido en Alemania.
Algunos observadores critican, en especial, la cuarta fase de las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno socialdemócrata y verde conocida como Hartz IV. Este plan contiene medidas que equiparan el pago de subsidio de desempleo con el de la asistencia estatal a las personas de más bajos recursos. Lo que en suma reduce las entradas para aquellos que padecen una falta crónica de empleo, así hayan pagado por muchos años a las arcas estatales un porcentaje del salario destinado al subsidio de desempleo.
Getos de parados
Las citadas medidas entrarán en vigor el próximo 1° de enero de 2005. Sociólogos pronostican desde ya un disparo en las cifras de pobres de 2,8 a 4,5 millones.Werner Hesse, director de la organización de asistencia social Paritätische Wohlfahrtsverband dijo a DW-WORLD que “la nueva situación acarreará consecuencias visibles. Sobre todo para aquellos que ya no podrán pagar sus arriendos y serán obligados a formar guetos de desempleados y pobres”.
Por su parte, la Conferencia Antipobreza Alemana predice que los niños y los ancianos serán las primeras víctimas. Según, Paul Saatkamp, vocero de la organización “la pobreza incidirá en la educación y la salud. La realidad es que Alemania necesita más niños, pero las nuevas medidas dejarán a 150.000 jóvenes en la calle. Sin esperanza, sin futuro”.
¿Mal necesario?
Tanto políticos de la coalición de Gobierno como de la oposición afirman sin embargo, que Alemania no tiene alternativa. La estrategia macroeconómica la conocen muy bien los países en desarrollo. Con recortes sociales se pretende empujar la maquinaria comercial.
Thomas Kieselbach, que preside el Comité Internacional de Salud Ocupacional, opina, por último, que las medidas adoptadas por el Gobierno rojiverde deberían “ofrecer más apoyo a la creación de nuevas plazas de trabajo en los primeros días de desempleo”. Kieselbach, también profesor de la Universidad de Bremen, destacó además en DW-WORLD; “el grave impacto sicológico que produce la pérdida de toda actividad productiva”. La experiencia es palpable en otros países. Una sociedad que no le ofrece las mismas oportunidades a todos, alberga en sí un delicado potencial de conflictos.