En busca de la partitura perdida
7 de marzo de 2012La pieza se estrenará en la casa del compositor el próximo 23 de marzo, según anunció la Fundación Mozart de Salzburgo. Se trata de una obra para teclado escrita hacia 1780, cuando el genio contaba con 24 años de edad. El hallazgo se produjo de forma casual, cuando la doctora Hildegard Hermann-Schneider se encontraba realizando un trabajo para el RISM (Repertorio Internacional de Fuentes Musicales), institución internacional que trata de documentar fuentes musicales de forma exhaustiva.
Durante su investigación, la austríaca tropezó con un manuscrito que contenía diversas piezas. Entre otras, la de un tal “Wolfgango Mozart”. Hermann-Schneider ya cuenta en su haber la atribución de la verdadera autoría de la famosa Sinfonía de los juguetes. Sus argumentos convencieron a la comunidad musicológica de que esta obra no podía ser de Franz Joseph Haydn, ni de su hermano Michael, ni siquiera de Leopoldo, el padre de Mozart.
Descubrir al “culpable”
La Sinfonía de los juguetes suele causar sensación entre los niños, que encuentran sus artefactos favoritos sonando entre los instrumentos tradicionales de la orquesta. Una matraca, silbatos que imitan al ruiseñor y al cuco, una trompetilla de hojalata, comparten atril junto a los profesores como si fueran uno más. Durante años, se especuló con la autoría de la obra.
Igual que el avispado detective revela al final de la novela de misterio quién es el auténtico culpable, Hermann- Schneider desveló al mundo los argumentos que le condujeron a pensar quién era el verdadero compositor de la Sinfonía de los juguetes. Y su dedo señaló al monje bávaro Edmund Angerer. Desde entonces, aunque el error continúa persistiendo en diversas publicaciones, Angerer es aceptado como el autor de la célebre obra.
Redescubrir el pasado…con garantías
Hace unos meses, la BBC anunciaba a bombo y platillo el estreno de una obra recién encontrada de Johannes Brahms. Detrás del hallazgo, se encontraba el mismísimo director de orquesta británico Christopher Hogwood. El pianista Andras Schiff sería el encargado de desvelar al teclado los misterios sonoros de la nueva partitura. Tras el entusiasmo inicial, llegó la decepción. Numerosas voces se alzaron para denunciar que el descubrimiento no era más que una operación de publicidad, puesto que la obra ya era conocida y había sido anteriormente estrenada. Probablemente, ni la propia BBC era consciente de ello.
No hay riesgos de que algo así pueda suceder con la reciente pieza descubierta en Austria. La Fundación Mozart de Salzburgo lleva un registro exhaustivo de todo lo que acontece alrededor del genial salzburgués. Tanto la institución como Hermann-Schneider gozan de la suficiente autoridad como para ofrecer al mundo un hallazgo con garantías. Hasta el momento, así lo ha hecho con otras piezas musicales ignotas de Mozart.
En el teclado de Mozart
Como ya hiciera en una ocasión anterior, la Fundación ha confiado en Florian Birsak, experto en interpretación de música histórica, para trasladar a sonidos la nueva partitura. Lo hará en un teclado que perteneció al mismísimo salzburgués.
Birsak ya cuenta con experiencia en este tipo de lides. En 2009 dio a conocer al mundo dos pequeñas obras escritas por Mozart en su más tierna infancia. En aquella ocasión, se trataba de un movimiento de un concierto para piano y de un corto preludio, que habían sido inicialmente atribuidos al padre del genio. El 23 de marzo conoceremos qué nos depara este nuevo descubrimiento.
Autora: María Santacecilia
Editor: José Ospina-Valencia