En busca de menos "peligro" al volante y menos alcohol entre los jóvenes
2 de diciembre de 2009La ciudad alemana de Braunschweig, en el Estado de Baja Sajonia, será pionera en la implantación de una nueva ley que pretende retirar el carnet de conducir a todas las personas que tengan antecedentes penales por delitos violentos. Con esta nueva orden se espera poder combatir la violencia y el abuso del alcohol entre los jóvenes conductores.
“Hay que temer a la gente que comete actos violentos contra otras personas porque se pueden comportar de esta misma manera en la carretera, poniendo en peligro a todos los que nos crucemos en su camino. Por eso, a partir de ahora, trataremos a las personas violentas con la retirada del carnet de conducir y, en el caso de que aún sean jóvenes, perderán su derecho a obtener el permiso”, argumentó el alcalde de Braunschweig, Gert Hoffman.
Los tipos violentos no podrán conducir
La novedosa ley se basa en una orden que promulgada en 2008. Hasta ahora, la retirada del permiso de conducir sólo era posible si el delito cometido estaba relacionado directamente con faltas cometidas al volante. Sin embargo, en lo sucesivo a los habitantes de Braunschweig también se les podrá retirar el carnet por tener antecedentes penales si éstos han sido sancionados por violentos en el pasado, aunque su falta no esté relacionada con la circulación vial.
La población juvenil se encuentra en el punto de mira, debido a que el comportamiento violento suele estar causado por el abuso del alcohol entre jóvenes.
Lucha contra la violencia y el alcohol
“Esta orden cuenta con mi más completa aprobación. La retirada del permiso de conducir debido a delitos agresivos, aunque no estén relacionados con el tráfico, forma parte de nuestra rigurosa lucha contra el abuso de alcohol que, muy a menudo, va acompañado de violencia”, continuó explicando el alcalde de Braunschweig.
La ley permitirá someter a las personas condenadas por delitos violentos a pruebas médicas y psicológicas que, llegado el caso, puedan dar pie a la retirada del permiso de conducir.
La lucha contra el abuso de alcohol por parte de los jóvenes ya se había iniciado en la ciudad bajosajona con la prohibición de las llamadas “fiestas tarifa plana”- consistentes en beber cuanto uno resista a un precio fijo- y proseguido con controles regulares de alcohol entre segmentos de edad más problemáticos. Ahora, sustentándose en la teoría de que quien se emborracha suele ser más violento y quien es más agresivo tiene más probabilidades de ser amonestado, ergo- tras la nueva normativa- de quedarse sin poder conducir, las autoridades locales esperan crear otro elemento que disuada a los chicos del consumo de alcohol desmedido.
AS/ dpa
Editora: Luna Bolívar