ONU prepara acuerdo para normar el comercio de armas
18 de julio de 2011Publicidad
Tras seis años de negociaciones, todo apunta a que la comunidad internacional llegará a un consenso dentro de poco para suscribir un acuerdo que controle el comercio de armas convencionales a escala global. Este viernes (15.7.2011) en Nueva York, los miembros de la comisión para el desarme de la Asamblea General de la ONU decidieron unánimemente presentar el texto del convenio en cuestión en el verano boreal de 2012 para someterlo a votación.
En esencia, el pacto busca asegurar que ningún arma sea vendida para violar los derechos humanos o el derecho humanitario internacional. El objetivo es que ese acuerdo sirva como de reglamento vinculante para la exportación, importación y transferencia de todas las armas convencionales. Hasta ahora, la gran mayoría de los Estados soberanos había suscrito el Tratado de No Proliferación Nuclear, que restringe la posesión de armas atómicas, pero no existía acuerdo alguno en lo referente a las armas convencionales.
Los tanques alemanes
Es poco probable que la intención del Gobierno alemán de exportar los 200 tanques Leopard 2 a Arabia Saudita pudiera consumarse si el acuerdo para reglamentar el comercio internacional de armas estuviera vigente hoy. Tampoco el procedimiento mediante el cual se aprobó la venta de esos tanques de combate cumpliría con el criterio de transparencia que el futuro convenio internacional establecerá como requisito indispensable para el comercio y la transferencia de armas.
El estamento de Angela Merkel esperaba que su negocio con el rey Abdalá bin Abdelaziz a-Saud recibiera el visto bueno de manera discreta, a espaldas de la opinión pública germana, antes de que comenzaran las vacaciones de verano. Pero el trato entre Berlín y Riad terminó atizando un intenso debate en torno a las limitaciones que Alemania misma debería imponerse a la hora de exportar armamentos.
Los negocios de Europa
Por otro lado, en el reporte más actual del Gobierno federal sobre exportaciones de armamento alemán se asegura que cada uno de los encargos de armas y municiones que vienen del extranjero son aprobados tras haber sido cuidadosamente estudiados, sobre todo desde las perspectivas de la seguridad, de las relaciones exteriores del país y de los derechos humanos. Y esos son precisamente los lineamientos que el futuro acuerdo internacional para normar el comercio de armas hará valer.
Estas contradicciones sugieren que, cuando entre en vigor el tratado internacional para el control del comercio de armas convencionales, Alemania tendrá que repensar su forma de mercadear y vender armamento tanto como Francia, Gran Bretaña e Italia, países que ganan mucho con la exportación de armas y atraen severas críticas por poner sus tanques, armas de fuego, bombas lacrimógenas y municiones en manos de Gobiernos autoritarios como los de Libia, Baréin, Yemen, Siria y Arabia Saudita.
¿No bastan los reglamentos de la UE?
Los que dudan que un acuerdo promovido por la ONU ponga coto a la manera tradicional en que el Viejo Continente ha hecho negocios con las armas argumentan que las directrices de la Unión Europea en materia de exportación de armamento constituyen letra muerta: sus reglas son relativizadas para someterlas a los intereses económicos y comerciales de París, Londres, Roma y Berlín.
Ampliando la perspectiva, el Comité Internacional de la Cruz Roja advierte además que un convenio para controlar el comercio de armas sólo será efectivo si se toman medidas contra su tráfico ilegal. Después de todo, una vez que un arma ha sido fabricada, ella siempre está en circulación, pasando de una zona de guerra a otra, bien sea a través del contrabando o de la reventa.
Celebrando una buena iniciativa
Mientras tanto, las tres organizaciones no gubernamentales (ONG) que tomaron la iniciativa de proponer este acuerdo de control del comercio de armas a la ONU –Amnistía Internacional, Oxfam y la Red de Acción Internacional para las Armas Pequeñas (IANSA)– celebran la moción y esperan que la idea se materialice en 2012. La campaña Armas bajo control, que estas tres instituciones orquestaron en 2003, llevaron a que la comisión para el desarme de la Asamblea General de la ONU discutiera sus objetivos en su seno. Hoy, ONG de alcance global y local dan la cara por esta campaña en más de cincuenta países.
Autores: Helle Jeppesen / Evan Romero-Castillo
Editor: José Ospina-Valencia
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