En la cuerda floja

Lo que empezó como una historia de aprecio y admiración mutua entre el entrenador y las directivas, se ha convertido en las últimas semanas en una tensa relación en la que todos están inconformes. Razones no faltan.

Cumplido un tercio del campeonato alemán el club de Múnich ocupa la posición octava de la tabla, detrás de todos los grandes de la Bundesliga, está a seis puntos de su rival del fin de semana, el puntero Leverkusen, y su botín de goles es un mediocre +8.

Internacionalmente las cosas lucen aún peor, en la Champions League Bayern está prácticamente eliminado y sólo con la ayuda de una complicada fórmula de resultados, sobre los que no tiene influencia, podría pasar a la ronda de octavos de final.

Quejas y críticas por doquier

El “marcial” van Gaal, un amante de la autoridad y la disciplina, está completamente convencido de sí mismo, tanto que recientemente proclamó “soy Dios” (después corrigió)

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Sus conocimientos no los pone nadie en duda, pero su forma de ser ha dividido al club, en los últimos días mucho más, y todos han tomado una precavida distancia de él; veamos lo que se ha dicho, y lo que ello encierra.

Philipp Lahm: “Los jugadores tienen una mezcla de miedo y respeto por el entrenador”. El lateral revela que en el equipo no existe una distendida y relajada comunicación con van Gaal, lo cual enrarece el ambiente en la cabina pues se le ve como alguien que en las charlas técnicas los hace pasar vergüenzas. Además, Lahm puso en tela de juicio contrataciones hechas por las directivas y recomendadas por van Gaal: Braafhied, Prajnic, Robben. “Falta una filosofía futbolística, una identidad”.

Luca Toni: “En los últimos meses he vivido una desmoralizante relación con el entrenador, llena de privaciones y malos entendidos”. En su página de Internet el delantero italiano campeón del mundo explicó las razones por las cuales, durante la pausa del entretiempo del partido contra Schalke, se marchó del estadio sin avisar a nadie. Toni no se entiende con van Gaal, no conversan, y se comenta que el delantero ya fue a las directivas con el ultimátum: “O él o yo”.

Martín Demichelis: “Espero que no sea demasiado tarde para corregir el curso, de lo contrario las cosas van a empeorar y a terminar en un caos”. El central argentino, a través de la prensa, había ya recriminado a su entrenador por presuntas preferencias que se expresan en que, pese a estar lesionados, a algunos jugadores se les “guarda” el puesto; en sus declaraciones de esta semana entregó una radiografía de los miedos que tiene el plantel.

Karl-Heinz Rummenigge: “Tenemos que conseguir darle la vuelta a esta situación, y pronto”. El directivo del Bayern, de quien se dice que ya no habla con van Gaal, no oculta que de no darse un rápido cambio el futuro del entrenador holandés en Múnich está en entredicho.

Uli Hoeness: “Si nos damos cuenta que la relación entre el entrenador y los jugadores no funciona, entonces tenemos que ver qué hacer. La mesa directiva tiene paciencia, por lo menos hasta la pausa invernal, pero si hasta allí perdemos todos los partidos, entonces hay que reaccionar”. El gerente del Bayern, sin poner fechas, expresa claramente que ya hay previsiones para tomar medidas drásticas, que además serían en su propio interés ya que Hoeness heredará la presidencia del club, del legendario Franz Beckenbauer, en la asamblea general que se celebra el próximo 27 de noviembre.

¿Y qué dice van Gaal?

El holandés se mantiene obstinado, pero no por ello ajeno a la realidad: “Si no consigo resultados, entonces me despiden, eso está claro”, dijo en la rueda de prensa antes del partido contra Leverkusen, que incluso para su compatriota, Mark van Bommel, capitán del Bayern y vocero del entrenador ante los jugadores, “es el que definirá qué queda de pie y qué cae al suelo”.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Enrique López