Encierro de aves, pollo frito y mayonesa en frasco
17 de febrero de 2006A pesar de que la amplia información que se difunde respecto de la gripe aviar, el temor a la pandemia crece. Si bien las autoridades llaman a la calma asegurando que por el momento es sólo una epidemia entre las aves, que se traspasa al ser humano sólo por contacto directo con los fluidos de las aves muertas o vivas, y que tomando las medidas sanitarias es absolutamente evitable, el consumo de carne y productos avícolas ha bajado drásticamente. Eso por un lado. Por otro lado, las medidas europeas decretadas para evitar la propagación del mortal virus golpean fuertemente la producción avícola de la región.
Consecuencias para los avicultores
Tan sólo el encierro decretado ya en nueve países europeos - Suecia, Estonia, Dinamarca, Alemania, Francia, Holanda, Luxemburgo, Bélgica y España- por la llegada de la primavera y el temor a la transmisión de la enfermedad por las migraciones, puede tener graves consecuencias para los avicultores que venden sus productos con el sello de "crianza al aire libre" por oponerla a la crianza en baterías.
Las autoridades europeas aseguran que se encontrarán soluciones pragmáticas para que este tipo de avicultores siga comercializando sus productos con ese sello de calidad. Sin embargo, en caso de que la influenza aviar llegase a las aves de corral, será limitado lo que la Unión Europea pueda hacer por los avicultores. Para el caso de tener que sacrificar aves y huevos, una de las medidas de ayuda planificadas consiste en indemnizar a los avicultores en un 50%. Así lo informó Michael Mann, portavoz de la comisaria europea para Agricultura, Mariann Fischer-Boel.
Por su parte, y a pesar de que la Comisión Europea aún no autoriza la vacunación masiva de aves de corral, las autoridades francesas están organizando una campaña de vacunación de ocas y patos de corral. Según información de agencias, tres millones de dosis de vacunas, los primeros lotes de un encargo de 15 millones,estarían listos y a disposición la próxima semana.
Consecuencia para el consumidor
En Alemania, el ministro alemán de Agricultura, Horst Seehofer, durante su comparecencia ante el Bundestag (Parlamento alemán) confirmó la presencia del virus en las aves halladas muertas al norte del país, e insistió en que las autoridades competentes están conscientes de lo que ello representa y actúan en consecuencia. Aprovechó también para aconsejar a los padres de familia instruir a sus hijos acerca del peligro del contacto con aves muertas.
Por su parte, el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades señala que si bien el peligro para la salud humana es muy bajo en la actualidad, existe. Sus recomendaciones incluyen no comer aves enfermas salvajes, de caza o de granja, aunque estén cocinadas, ni alimentar con ellas a otros animales. A éstas se suma el consejo de la Unión Europea de cocinar bien la carne de ave y los huevos como medida preventiva. O en su defecto, no consumirlos. A este respecto, el diario Süddeutsche Zeitung informa que en Italia ocho de cada diez personas han dejado de consumir aves y huevos, que 30.000 puestos de trabajo se han perdido por ello y que los costos ascienden a 600 millones de euros. La comisaría europea para la Agricultura habla de un decremento del 15% en el consumo a nivel europeo.
En resumen, aunque la gripe aviar sea todavía "sólo" una enfermedad entre aves, ésta tiene ya consecuencias económicas de amplio espectro a nivel de la avicultura y en el consumo del ciudadano europeo, que para asegurarse bien debe cocinar bien aves y huevos. Los productores de carnes enlatadas y mayonesa en frasco se frotan las manos.