Escándalo de ciberespionaje beneficia al sector TIC
27 de agosto de 2013Posteo, una pequeña empresa familiar con sede en Berlín, ofrece comunicación por correo electrónico con enfoque en la protección de datos. Solo durante la semana pasada, la empresa registró 2.000 nuevos clientes. Desde el comienzo del escándalo de ciberespionaje, la cantidad de cuentas de correo electrónico se ha duplicado y ahora alcanza los 20.000.
El tipo de cuenta más sencillo cuesta un euro por mes y le proporciona al usuario una conexión SSL codificada, dos gigabytes de memoria y total anonimato. No se le pide datos personales y no se le manda publicidad. También el pago se efectúa de forma anónima.
Patrik Löhr fundó el proyecto hace cuatro años. “Originariamente no era el objetivo ofrecer protección contra servicios secretos, sino una alternativa para clientes que rechazaron el tráfico con datos personales”, explica Löhr. Ahora, el interés ha aumentado considerablemente, así que él y su equipo se centran completamente en el proyecto; y tienen éxito: “Económicamente nos encontramos bien”, dice.
Los efectos positivos del escándalo
Aparentemente, las revelaciones de Edward Snowden no entrañan solo consecuencias políticas, sino también económicas en Alemania. Sobre todo el sector de la TIC podría beneficiarse.
“A lo largo de las revelaciones en torno al programa de vigilancia electrónica PRISM, los usuarios cambiaron sus actitudes con respecto al uso de servicios Internet”, dice Roberto Valerio, director ejecutivo de Cloudsafe, una empresa con sede en Hamburgo especializada en servicios Internet en el ámbito de la criptografía. “Antes, la gratuidad y la sencillez atraían clientes, por eso muchos preferían operadores estadounidenses. Hoy ha aumentado bastante la importancia de la ubicación de la empresa y la seguridad de los datos. Sin embargo, sobre todo a los usuarios versados e interesados les importa la seguridad”, explica Valerio.
Otro ejemplo del supuesto auge es una joven empresa de Colonia. Hace seis semanas, dos estudiantes inspirados en el escándalo de ciberespionaje lanzaron Whistle.im, un mensajero de comunicación codificada. El servicio promete un intercambio de mensajes en el anonimato. “En nuestra opinión, la esfera privada es un derecho fundamental, independientemente de si tenemos o no algo que ocultar”, expresan los desarrolladores en su página web. La aplicación gratuita es todo un éxito en Internet, aunque hasta hace poco estaba disponible solo una versión de prueba.
La política ve el potencial
También la política se dio cuenta del potencial económico del escándalo de ciberespionaje para el sector TIC europeo y alemán. “Los europeos tenemos que trabajar juntos para superar la dependencia de EE.UU. y China y ofrecer propia tecnología poderosa”, dijo Angela Merkel en una entrevista con el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Algunos políticos recuerdan el ejemplo del fabricante de aviones EADS, que “logró volverse un fuerte competidor de Boeing”. Dicen que Europa necesita un “Airbus de la TIC”.
En la industria TIC se reacciona con prudencia ante tales declaraciones políticas. “Cada sector se alegra de recibir apoyo por parte de la política y el Gobierno. Pero siempre se plantea la cuestión: ¿qué medidas concretas va a conllevar el anuncio?”, dice Frank Roth, emprendedor de una iniciativa que apoya el desarrollo de sistemas de computación en la nube (Cloud-Computing) en Alemania.
Harald Summa, director de la Asociación de la Economía Alemana en Internet (Eco), espera un mayor apoyo político: “El mercado tiene la última palabra, pero es posible desarrollar y apoyarlo. Por eso, exigimos desde hace mucho que se fortalezca la economía alemana en Internet”. El experto está contento de que el tema de la seguridad haya llegado a las mentes de la gente. “En cuanto a la ciberseguridad, nuestra asociación ofrece soluciones concretas”, dice.
Roberto Valerio, por su parte, se muestra escéptico: “Creemos que Alemania no tiene un futuro en el ámbito de la computación en la nube, ya que, a largo plazo, las autoridades alemanas van a seguir los pasos de EE.UU. y van a impulsar la vigilancia de Internet a través de instituciones estatales".