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Con este plan anticrisis, el alcalde espera crear nuevos puestos de trabajo en la localidad de Rasquera, un pueblo de la provincia de Tarragona de 900 habitantes. El cultivo del cáñamo también es una opción para pagar la montaña de deudas acumulada. Para eso, los pobladores arrendaron sus campos a un club de Barcelona para su cultivo. El cannabis solo puede emplearse para el consumo personal ya que en España, el comercio está estrictamente prohibido. Actualmente, numerosas ciudades se cambian a la agricultura, pero la mayoría cultivan antes trigo que cannabis. En la crisis, muchos buscan alternativas a sus inseguros trabajos de oficina.