¿Está llegando el fin de la pandemia de coronavirus?
2 de marzo de 2021Lo que también atiza el debate son las supuestas declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre que se acerca el fin de la pandemia. Se atribuyó al director de la OMS para Europa, el belga Hans Henri Kluge, haber dicho en entrevista con una emisora danesa que la pandemia "será superada dentro de pocos meses”.
El director de la OMS para Europa lamenta el malentendido
Luego de encarnizados debates en círculos especializados y en las redes sociales, Kluge manifestó ahora ante el canal alemán ZDF: "Yo nunca dije eso”. Más bien había dicho que nadie puede pronosticar cuándo será superada la pandemia.
"Yo diría que, hipotéticamente, podríamos dejar atrás la pandemia en 2022”, dijo el director de la OMS para Europa. El coronavirus seguirá ahí, según él, pero cree que ya no serán necesarias medidas restrictivas, señaló a ZDF.
Virólogos alemanes advierten que no hay que relajar medidas
En círculos científicos, la supuesta declaración del director de la OMS para Europa provocó críticas. En Twitter, el virólogo alemán Christian Drosten, del renombrado hospital Charité, de Berlín, negó claramente que el coronavirus se hubiese debilitado: "No, actualmente no hay indicios de que alguna de las variantes se haya debilitado. Eso sería pura especulación”, subrayó Drosten.
El especialista ya había explicado en su podcast en enero que todavía pasará mucho tiempo hasta que el virus se vuelve endémico, es decir, que siga existiendo, pero que sea infeccioso solo en determinados lugares.
El epidemiólogo Karl Lauterbach es de la misma opinión, y alerta, como otros tantos políticos, sobre relajar las medidas demasiado pronto. El jefe de gobierno de Baviera, Markus Söder, advirtió en la emisora Bayrischer Rundfunk, de cara a la reunión entre el gobierno alemán y los gobiernos federales, de no caer en una especie de "euforia de apertura”.
Cambio de tendencia de los contagios
La cifra de los contagios confirmados de SARS-CoV-2 ascendió finales de febrero a cerca de 114 millones en todo el mundo. Aproximadamente 2,5 millones de personas contagiadas murieron.
Visto en términos absolutos, se trata de cifras que asustan, y en algunos países el coronavirus sigue causando estragos. A eso se suma la preocupación sobre una tercera ola, acelerada por las mutaciones.
Desde la óptica global, sin embargo, se esboza una especie de sorpresiva calma. Según la Organización Mundial de la Salud, los contagios están disminuyendo desde hace dos meses de manera significativa, y más rápidamente que lo previsto.
A mediados de enero se contagiaron 700.000 personas, y entretanto "solo” algo más de la mitad. También se redujo el número de fallecimientos por o con COVID-19 en solo un mes.
A pesar de la cautela, el secretario general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó la disminución en las cifras de "señal de esperanza”: "Esta tendencia nos recuerda que, aunque hoy discutamos sobre las vacunas, el COVID-19 puede dominarse y controlarse con las probadas medidas de salud pública. Y, en realidad, eso es exactamente lo que han hecho muchos países”.
¿Por qué bajan las cifras de contagios?
Hay numerosos motivos para la clara disminución de las cifras globales de contagios, y estos son tomados como argumento para la estrategia a seguir.
Lo que queda claro es que no solo se debe a las vacunas, ya que, hasta el momento, solo fue vacunado un pequeño porcentaje de la población mundial.
Seguramente, las medidas de distanciamiento social e higiene están dando resultado en varios países. Eso hablaría a favor de que habría que relajar muy lentamente las medidas restrictivas.
En ciertos países, como Estados Unidos o Brasil, entretanto se han contagiado ya tantas personas, que la inmunidad básica está avanzando. En EE. UU, por ejemplo, se está generando una especie de inmunidad de rebaño, pero a costa de la pérdida de muchas vidas, teniendo en cuenta la suma de los casos registrados y la supuesta cifra oculta.
Además, algunos investigadores son de la opinión de que, a mediano plazo, el coronavirus se debilitará debido a las mutaciones, a pesar de que por el momento eso todavía parezca raro.
A mitades de febrero, científicos de las universidades de Atlanta y Pennsylvania, bajo dirección de la bióloga Jennie Lavine, publicaron un estudio que causó conmoción en la revista Science. En él pronosticaban que el coronavirus pronto será "endémico” debido a las mutaciones, es decir, que solo se propagará localmente en determinados lugares del mundo. De ese modo, el SARS-CoV-2 perderá su alta virulencia y la campaña global de vacunación acelerará también ese proceso.
También la pandemia de gripe terminó de golpe
Este pronóstico confirma también la estimación del epidemiólogo Klaus Stöhr, que dirigió la Estrategia Mundial contra la Gripe de la OMS, y que también fue coordinador de investigación del SARS. Las experiencias con la gripe en el pasado demostraron claramente, según Stöhr, que, muy probablemente, los contagios de coronavirus también podrían desaparecer repentinamente.
Las dos devastadoras pandemias de influenza, la de la gripe asiática, en 1957, que tuvo un saldo de cuatro millones de muertos, y la gripe de Hong Kong, en 1968, con hasta tres millones de muertos, también desaparecieron tan de golpe como habían aparecido.
En el caso de la gripe española, después de la Primera Guerra Mundial, la mayoría de los fallecidos fueron producto de la segunda ola. En total, murieron más de 50 millones de personas entre 1918/1919 y 1920. La tercera ola aminoró rápidamente, pero el virus permaneció. Hasta ahora, el virus H1N1 sigue apareciendo de manera debilitada en todas las formas normales de gripe.
¿Será el coronavirus otro invitado menos peligroso?
También el SARS-CoV-2 podría seguir un desarrollo similar a mediano plazo. Supuestamente, el coronavirus seguirá apareciendo, de manera local. Si se debilita por las mutaciones, perderá cada vez más su peligrosidad.
Pero hasta que llegue ese momento, hasta que se confirme esta tendencia incipiente a nivel global, tendremos que seguir manteniendo las limitaciones a los contactos sociales en un difícil acto de equilibrio con la relajación de ciertas medidas restrictivas, o parte de ellas.
(cp/ers)