Estados Unidos: zozobras económicas en año electoral
21 de enero de 2008Jyllands Posten, de Arhus (Dinamarca): “El presidente estadounidense, George W. Bush, promete un paquete de ayuda financiera dirigido a estimular la economía y activarla lo más posible. (...) Si el trasfondo no fuera tan serio, casi podría inducir a la risa el hecho de que el baluarte global de la economía de mercado se aferre ahora a los mecanismos keynesianos de regulación. (...) Con miras al 2008 como año de elecciones presidenciales, da miedo pensar en lo que pueden acarrear consigo las políticas financieras y monetarias de emergencia en Estados Unidos. Ninguna de las señales emitidas hasta ahora por Washington parece bien reflexionada. La situación requiere una colaboración internacional en materia de política financiera. Pero ella no se vislumbra, y eso es difícil de comprender.”
Burbujas financieras
La Croix, de París: “Mediante un potente programa de inversiones, el presidente George W. Bush se propone impulsar el crecimiento, asegurar puestos de trabajo y mantener en jaque el fantasma de la recesión. El jefe del banco central estadounidense, Ben Bernanke, considera también la posibilidad de una nueva reducción de las tasas de interés para fin de mes. Es justo lo apropiado para la economía estadounidense, financiada mediante un enorme endeudamiento. Sin embargo, por esta vía surgen burbujas financieras que, una vez que estallan, requieren dolorosos ajustes. Quien crea que un deterioro de la economía estadounidense -aunque no caiga en la recesión-, no tendrá repercusiones en la eurozona, está soñando”.
Presagios prematuros
Financial Times, de Londres: “Es verdad que las simpatías de los demócratas se debaten entre dos candidatos que aprecian. Los electores de los republicanos, en cambio, están divididos entre tres candidatos que nadie encuentra ideales. (...) Si el sorprendente triunfo de John McCain en Carolina del Sur evidencia la mera decepción del partido con sus candidatos, ello presagia que será escasa la participación de electores republicanos en las elecciones de noviembre y habrá presidente o presidenta demócrata. Sin embargo, aún hay tiempo suficiente para errores y derrotas. Probablemente salgan a flote las pugnas entre los bandos de Hillary Clinton y Barack Obama y los trucos sucios, alejando a los electores indecisos. No sería la primera vez que los demócratas regalen un triunfo que tenían prácticamente en las manos”.
Hillary, más allá de Vogue
La Repubblica, de Roma: “¿Es imprescindible para una aspirante a la Casa Blanca aparecer en la portada de una revista de moda, conocida por un glamour acorde con el mercado y sin contenido? Y ¿debe agradar también a aquellas mujeres que se han hecho famosas por despreciar a otras? Parece que no, teniendo en cuenta que Hillary Clinton ha vuelto a conquistar a las mujeres comunes, a las que les importa un bledo la revista Vogue y las teorías del post-feminismo. (...) Anna Wintour, directora de Vogue, para quien el destino del mundo puede depender del color de una cartera o la fragancia de un perfume, le reprochó a Clinton tener miedo de ser una mujer, como si sólo Vogue tuviera el poder de convertirla en una.”