COVID-19: estos países de la UE tienen las cifras más bajas
8 de noviembre de 2021España
España cuenta con la tasa de incidencia semanal más baja de la Unión Europea (UE), 31, y un 80 por ciento de la población está totalmente vacunada contra el COVID-19. Cabe señalar que esto también se aplica a los jóvenes: el 30,1 por ciento de los menores de 18 años en España se ha vacunado al menos una vez, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Esa es la segunda tasa más alta de la UE.
Teniendo en cuenta que el rebrote entre los jóvenes es uno de los factores que impulsan el aumento de las infecciones, el hecho de que casi un tercio de estos estén vacunados es probablemente parte de la explicación de por qué el país es capaz de mantener bajo el número de nuevas infecciones. España experimentó su cuarta ola en primavera, aunque a menor escala que las tres anteriores. Por ahora, consigue evitar una quinta ola.
Malta
En la pequeña nación insular de Malta, la tasa de incidencia es del 48,8, la segunda más baja de la Unión Europea, y el 83,5 por ciento de la población está totalmente vacunada, la segunda tasa más alta. Al no tener vecinos directos, a Malta le resulta más fácil aislarse. En julio, las autoridades empezaron a exigir que los visitantes no vacunados tenían que pasar una cuarentena tras su llegada al país. En ese momento, el país solo reconocía los certificados de vacunación de la UE, el Reino Unido y Suiza.
En la actualidad, Malta también exime de los requisitos de cuarentena a los viajeros que tengan certificados de vacunación de otros países, siempre que demuestren que ha recibido la pauta completa de una de las vacunas reconocidas por la Agencia Europea del Medicamento.
Suecia
La incidencia de siete días de Suecia, de 54,9, es la tercera más baja de la UE. Sus vecinos más cercanos, Noruega y Dinamarca, tienen incidencias de 175,2 y 263,3, respectivamente. Sin embargo. Suecia ha conseguido mantener baja su cifra de contagios. Con un 68,2 por ciento de la población totalmente vacunada, el país apenas supera la media de la UE, que es del 65,6 por ciento.
Las autoridades introdujeron normas estrictas durante la segunda ola que podrían haber marcado la diferencia, como la prohibición de la venta de alcohol después de las ocho de la noche y los límites de capacidad de las tiendas. Pero, para entonces, Suecia, que había mantenido abiertos los restaurantes y la mayoría de las escuelas cuando las muertes se dispararon por primera vez a principios de 2020, ya había pagado un precio muy alto. Hasta finales de octubre, más de 15.000 personas han fallecido en el país escandinavo a causa del COVID-19, es decir, unas 145 personas por cada 100.000 habitantes. Eso es tres veces la tasa de mortalidad de Dinamarca y casi 10 veces la de Noruega.
Portugal
Portugal podría ser un caso de estudio para demostrar que las altas tasas de vacunación no siempre conducen a un número de contagios especialmente bajo. Se encuentra entre los países con las tasas de vacunación más altas del mundo, de casi el 88 por ciento. Además, es el primer país de la Unión Europea en cuanto a la tasa de vacunación de los menores de 18 años: el 32,5 por ciento se ha vacunado al menos una vez, según el ECDC. Sin embargo, la incidencia semanal en Portugal se sitúa en algo menos de 68, más del doble que la de su vecino, España.
Pese a ello, teniendo en cuenta que Portugal ha sido uno de los países más afectados de Europa, esa cifra puede considerarse un éxito. En febrero, Alemania envió un equipo de médicos del Ejército con equipos como camas para hospitales de campaña y respiradores. En Portugal, el sistema sanitario estaba completamente desbordado. En la actualidad, la tasa de incidencia en el país es significativamente inferior a la de Alemania.
(ct/cp)