La búsqueda del consenso sobre Venezuela
8 de junio de 2016Por 501 votos a favor, 94 en contra y 73 abstenciones, el Parlamento Europeo, reunido en sesión plenaria en Estrasburgo, ha aprobado una resolución urgiendo, por un lado, al gobierno venezolano a respetar la separación de poderes y a la liberación de los presos políticos. Por otro lado, envía un mensaje al Ejecutivo comunitario para que se pronuncie al respecto, como ya lo hizo el G-7 a finales de mayo.
“Necesitamos la ayuda de los Estados miembros europeos para actuar en Venezuela. En el debate que tuvimos hace un mes con la Alta Representante de la Política Exterior Europea, Federica Mogherini, se notó un cambio. Creo que al fin se han dado cuenta de que no sólo se trata de violaciones de los derechos humanos o de unos 90 presos políticos, sino de una crisis enorme que toca a la población venezolana en general”, dice a DW Dita Charanzová, eurodiputada de República Checa, que maneja el tema para el grupo liberal.
Diálogo, no sanciones
Ha costado mucho trabajo consensuar esta resolución “no vinculante” -lo que quiere decir que su valor radica en el peso simbólico de que 751 diputados de 28 países se hayan pronunciado sobre Venezuela. Si los conservadores hubiesen preferido “condenar enérgicamente la utilización de poderes del Estado” en vez de “expresar preocupación por el actual bloqueo institucional”, los liberales habrían querido hablar ya de sanciones.
“Habríamos querido un párrafo que se pronuncie sobre sanciones concretas contra las personas aliadas al gobierno que violan los derechos humanos en Venezuela. En nuestra opinión, lo que la UE utiliza contra algunos otros países debe ser utilizado también contra el gobierno venezolano”, opina Charanzová.
No obstante, “las sanciones han sido expresamente eliminadas de cualquier propuesta por oposición de nuestro grupo. Consideramos que es desproporcionado, inoportuno, incluso contradictorio. Plantear la posibilidad de sancionar al régimen al tiempo que le estamos pidiendo un esfuerzo de diálogo con la oposición es sencillamente inaceptable para nosotros”, explica por su parte a DW Ramón Jáuregui, eurodiputado español que se encarga del tema de Venezuela por parte de la bancada socialista.
Liberación de presos políticos
Por otro lado, haciéndose eco de los esfuerzos de mediación de UNASUR, los socialistas planteaban proponer al gobierno venezolano una conmutación de la pena de prisión por arresto domiciliario para los presos políticos.
“El gobierno considera que son presos condenados por la Justicia, la oposición interpreta que han sido condenados arbitrariamente. Sin violentar el sistema judicial venezolano, considerábamos que una medida pragmática sería que los presos no estuvieran en las cárceles y que en su caso cumplieran sus sanciones en arresto domiciliario -como ya es el caso de Antonio Ledezma y Daniel Ceballos. Pero esa propuesta no ha sido aceptada, desgraciadamente, el mensaje en la resolución es mucho más contundente, reclamando literalmente la liberación de los presos”, explica Jáuregui.
Oferta de cooperación
Ésta es la décima resolución sobre Venezuela que aprueba el Parlamento Europeo desde 2007. “Y espero que sea la última vez que tengamos que pronunciarnos sobre la crisis económica y sobre todo humanitaria. Necesitamos que las organizaciones humanitarias puedan acceder y trabajar en Venezuela”, afirma Charanzová. A esta petición, recogida en el texto, se une el pedido a Federica Mogherini que prepare un plan de acción para asistir al gigante petrolero latinoamericano.
En todo caso, la resolución logra combinar una serie de propuestas. “Reivindica lo que desde el Vaticano a los Estados Unidos, desde la Organización de Estados Americanos hasta la UE se viene diciendo sobre Venezuela. Coincidimos en la necesidad de que entre gobierno y oposición exista un diálogo que dé una salida pacífica, pactada y democrática a los graves problemas que tiene el país. Eso no es incompatible con denunciar, ni con reclamar al régimen venezolano cambios en algunas actitudes que nos parecen, precisamente, incompatibles con el diálogo y con el pacto”, resume Jáuregui.
Cuatro de siete
Por último, en la costura de este posicionamiento común entre cuatro de los siete grupos de la Eurocámara -el Partido Popular Europeo, los Conservadores y Reformistas, los Socialistas, los Liberales y el grupo Europa y Democracia Directa- no participó el bloque izquierdista de la GUE. “Se debe a que se oponen rotundamente a cualquier tipo de censura al régimen venezolano”, explica Jáuregui.
Por otro lado, tanto éste como el grupo de Los Verdes -en sus propuestas no consideradas para el consenso- advertían de una instrumentalización de la situación venezolana para la política interna de España.
“La coincidencia con la campaña electoral española no puede impedir que el Parlamento Europeo se pronuncie. Sobre América Latina y sobre Venezuela no tienen que hablar solo los españoles, sino todos los diputados de los 28 países de la UE. Eso es importante, lo otro es secundario y colateral”, dice Jáuregui previendo que, ahora sí, el Consejo Europeo -que reúne, a finales de junio, a todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE- se va a pronunciar sobre Venezuela.