Europa alarmada por cierre de oleoducto Drushba
8 de enero de 2007El anuncio de la interrupción del tránsito de petróleo ruso hacia los países de Europa occidental por parte de Bielorrusia, es sólo una escalada más en la disputa energética entre Minsk con Moscú. El conflicto dura ya varias semanas y esta suspensión recuerda una vez más a Alemania y al resto de países europeos, que es una ilusión pensar que el pleito sobre suministro energético entre Rusia y Bielorrusia no es de su incumbencia.
El transporte de petróleo ruso a través del oleoducto "Drushba" a Polonia, Alemania y Ucrania fue suspendido por orden de la compañía estatal bielorrusa Belneftejim, según indicaron portavoces de la empresa sin aclarar los motivos de la medida, horas después de que tanto el gobierno de Polonia, como el de Berlín informaran que no estaban recibiendo petróleo a través de ese oleoducto y que la Comisión Europea exigiera una explicación inmediata a Rusia y Bielorrusia sobre el corte del suministro.
Una delegación del gobierno de Bielorrusia tiene previsto viajar a Moscú, que acusa al país vecino de robar petróleo, para negociar. La disputa entre los dos Estados se enconó a comienzos de año. Sin respetar los acuerdos aduaneros existentes entre ambos países, Rusia cargó el petróleo suministrado al país vecino a partir de principios de año con aranceles de 180 dólares por tonelada. Minsk reaccionó imponiendo una tasa de tránsito de 45 dólares por tonelada hacia Occidente.
La monopolista estatal rusa Transneft, empresa propietaria del petróleo, acusa a Bielorrusia de quedarse desde el sábado con 79.000 toneladas de petróleo del oleoducto "Drushba".
El viceministro ruso de Economía, Andrey Sharonov, dijo que no habrá ninguna negociación con el país vecino mientras no elimine la tarifa de tránsito y el jefe de Transneft, Semyon Waynshtok, explicó que planean el uso de una ruta alternativa para exportar el petróleo a través del puerto de Primorsk en el Mar Báltico.
Diversificar abastecimiento energético
A corto plazo no existe ningún peligro para el suministro de petróleo en Alemania y Polonia, según el comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Andris Piebalgs, en Bruselas.
Aunque las consecuencias del corte de suministro energético no representan una catástrofe inmediata, puesto que hay suficiente crudo almacenado en las refinerías alemanas para 130 días, a través de este oleoducto llegan a Alemania cerca de 22 millones de toneladas de petróleo anuales, una quinta parte de las importaciones alemanes de petróleo y prácticamente la cantidad total que recibe de Rusia.
El ministro de Economía germano, Michael Glos, volvió a recordar la importancia de un surtido energético más equilibrado, un objetivo primordial tomando en cuenta que en la actualidad Rusia es el mayor proveedor de Alemania, que compite crecientemente con China e India por el petróleo y el gas rusos.
Justo a un año de la disputa entre Rusia e Ucrania por el suministro de gas, con la que Rusia intento disciplinar a su pequeño vecino, el desconcierto ante el poderío energético ruso vuelve a crecer.
Una nueva Guerra Fría
Ya sea Ucrania, Georgia o Bielorrusia los conflictos del gigante energético parecen multiplicarse. "Lo que la URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, intentaba lograr con tanques, Rusia lo intenta imponer ahora por medio de sus oleoductos. Se trata de una nueva variante de Guerra Fría", comenta el diario Frankfurter Neue Presse.
Los analistas geoestratégicos coinciden en que Rusia utiliza su fuerte posición de abastecedor energético para incrementar su influencia política a nivel internacional. La actual disputa con Bielorrusia tiene, según expertos alemanes, un trasfondo político. Moscú se muestra decepcionado de que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se aleje de una posible reunificación de ambos países, por lo que ha incrementado la presión económica. Según los analistas la reunificación de ambos países permitiría a Vladimir Putin volver a presentarse como candidato presidencial en las elecciones del 2008.
Lo cierto es que el Kremlin no parece diferenciar entre amigo y enemigo cuando de energía se trata y nadie puede descartar que en un futuro el conflicto no pudiera ser contra Alemania u otro país de la Unión Europea. Expertos se reunirán en el transcurso de la semana para analizar los efectos del corte en las reservas estratégicas de los miembros de la UE. A la vez se multiplican las demandas por que el Gobierno alemán concentre su periodo al frente de la presidencia de la Unión Europea para desarrollar las bases de una política energética europea común que se centre en la diversificación de importaciones petroleras.