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“Carta Blanca para Evo Morales”, dice un titular francés; “todo el poder para Evo Morales”, uno español y “vía libre” le vaticina uno alemán. Aunque la victoria de Evo en las urnas estaba cantada, su manera arrolladora de ganar llama la atención. En nombre de la fracción conservadora del Bundestag alemán, los parlamentarios Holger Haibach y Bernhard Kaster exhortan al reelegido presidente a aprovechar las oportunidades que tiene el país, a promover la justicia, la sociedad civil y la modernización de Bolivia. Y le desaconsejan, expresamente, relaciones con regímenes poco democráticos.

Concentración de poderes

“Con el 62,5 por ciento ha obtenido un mandato que le lleva más allá de lo normal. Está a punto de conseguir el control casi total del Legislativo además de tener el control del Ejecutivo. En el Senado y en la Cámara Baja puede conseguir la mayoría de dos tercios, lo que le permite tomar decisiones más fácilmente”, dice a Deutsche Welle Miguel Buitrago, investigador del Instituto Alemán para Estudios Globales (GIGA).

Con respecto a la concentración del poder en la figura del presidente, Buitrago opina que aún no está todo dicho y enfoca las elecciones de abril de 2010: “Tomando en cuenta que Bolivia está en camino hacia un federalismo, autonomías regionales, eso sería un punto en que el poder del MAS y Evo Morales podrían encontrar un balance en caso de que favorecieran a la oposición.”

Los resultados de los comicios bolivianos son clarísimos: el candidato que sigue a Evo es el ex gobernador conservador Manfred Reyes con sólo un 27 por ciento de los votos. ¿A qué se debe esta casi minimización de la oposición, que confrontó tan duramente el primer mandato de Morales? Es resultado de la falta de visión de la oposición que no supo organizarse en un frente, lo cual ha llevado a la fragmentación del voto. “Han subestimado a Evo Morales”, dice el investigador del GIGA, quien opina que a la vez existe una orientación hacia la consolidación del poder en las regiones autonómicas.

¿Para qué moderar su discurso?

A pocas horas de las elecciones, analistas de la prensa europea vaticinan que Morales tendrá que moderar tanto su discurso como su clara predilección por el control estatal de los recursos naturales del país para poder atraer a los inversionistas. Bolivia necesita ayuda para emprender proyectos a gran escala. “Yo no creo que se modere”, dice Buitrago: “Morales buscaba el poder para implementar su propio proyecto.Y no pierde demasiado tiempo en pensar en ganar inversionistas porque tiene recursos y gobiernos amigos que le ofrecen préstamos. Venezuela está siempre dispuesta, China ha entrado a su network. Además, las compañías que están en Bolivia no van a abandonar el país. La empresa española Telefónica reporta que Latinoamérica es uno de sus mejores mercados. Así que, por lo menos por el momento, no creo que Morales se haga muchos problemas al respecto”.

Visión romántica del líder indígena

Así, los medios europeos acogen la noticia del triunfo de Evo Morales y no pierden ocasión de subrayar que es el primer presidente indio de América Latina. De una visión dual de este presidente habla el analista del GIGA. “Europa ve a Morales como un símbolo mítico, tienen una imagen un poco romántica de su persona”, dice Buitrago. Sin embargo, “cuando nacionaliza la minería, por ejemplo, los europeos echan mano de su pragmatismo. Es decir, la persona Evo Morales atrae no solamente al europeo normal, sino también a los políticos. Pero en cuanto a su política hay un cierto escepticismo”. Llama la atención también su habilidad para balancearse sobre la delgada línea que separa su discurso destinado a su electorado –a quien la animosidad contra el “imperialismo yanqui” sigue encendiendo- y la toma de decisiones prácticas en cuanto a política exterior.

Tercer mandato y visión de Bolivia

Con todo, Evo Morales ha conquistado en buena ley un segundo mandato y, en el fragor de la victoria, anunció la probabilidad de presentarse a un tercero –algo que hasta hace pocas horas su binomio había excluido expresamente. “No me sorprende”, asevera Buitrago, pues el presidencialismo es un viejo mal de América Latina. Por otro lado, dicen otros analistas, si un presidente es democráticamente reelegido, ¿qué hay que objetar?

Así las cosas, Evo Morales ha conquistado el poder que requería para refundar el Estado boliviano. ¿Y cómo se ve esta nueva Bolivia? “Es difícil de decir”, responde el investigador: “no he podido encontrar un solo escrito donde se hable de ello claramente. Morales busca una especie de 'socialismo andino', de igualdad con matices étnicos”. Sin embargo, una clara visión de la Bolivia que pretende aún se echa en falta.

Autora: Mirra Banchón
Editor: José Ospina Valencia