Europa y China dialogan en momento marcado por la tensión
24 de abril de 2008El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, viaja a Pekín acompañado de nueve comisarios. En la agenda lleva temas como la energía, el medio ambiente y las relaciones comerciales entre la Unión Europea y China.
Pero nadie duda que en el firmamento aparecerá otro que podría dominar el diálogo chino-europeo: la situación de los derechos humanos en China y en la provincia autónoma del Tibet.
No es que los otros aspectos sean secundarios, sobre todo el del déficit que la Unión Europea padece en la balanza comercial con China: este país exportó en 2006 productos por un valor de 200 mil millones de euros, mientras que las importaciones chinas de bienes europeos representaron tan sólo 64 mil millones de euros.
El comercio, una prioridad
Remontar este desequilibrio comercial es para la Unión Europea. El comisario europeo en comercio, Peter Mandelson, aseguró que “necesitamos reciprocidad en el acceso a los mercados chinos y en las normas que rigen el comercio. China se ha desarrollado a tal punto, que el mundo espera más de ella; por lo pronto, su inserción en un sistema comercial libre y global”.
De igual modo, Europa ha acentuado el hecho de que tanto este continente como China son grandes importadores de energía. “La Unión Europea y China deben encontrar formas de cooperación en esta materia, a fin de tener garantizado un suministro sustentable. En común debemos ahorrar energía, incrementar la eficiencia y promover las energías renovables”, dijo en octubre la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.
Sin embargo, todo el peso de ambas cuestiones no parece ser suficiente como para eclipsar al de los derechos humanos. La propia Ferrero-Waldner anunció la víspera del arribo de la delegación europea que “hemos hecho un llamado al gobierno chino para que entable un diálogo constructivo y sustancial con el Dalai Lama”. Éste, de acuerdo con la posición europea, “es un dirigente moderado”, dijo la Comisaria Europea de Asuntos Exteriores.
Tales declaraciones ya encontraron una respuesta por parte del gobierno chino. “Ninguna organización y ningún país debe intervenir” en la cuestión del Tibet pues ésta “es un asunto interno”, dijo una vocera del ministerio chino de Asuntos Exteriores. La funcionaria agregó que el tema forma parte de la soberanía institucional y territorial de China.
Pronunciamientos europeos contra China
La tensión en la que se desarrollará la visita europea a Pekín es acentuada por una resolución muy reciente del Parlamento Europeo, que por abrumadora mayoría acordó condenar la política de China hacia el Tibet.
Otra resolución similar había manifestado rechazo a la supuesta promoción de la carrera armamentista en el continente africano, a través de la venta indiscriminada de armas chinas. Este último pronunciamiento también fue desestimado por el gobierno chino, bajo el argumento de que “carece por completo de sustancia”.
No obstante, el presidente de la Comisión Europea se manfiestó decidido a mantener el tema de los derechos humanos en lugar prioritario en la agenda del encuentro bilateral. La cordialidad, pues, no aparece por ninguna parte en el preámbulo de este viaje al país que próximamente será sede de los Juegos Olímpicos.
Ni Francia se salva
Ni siquiera Francia, uno de los aliados más sólidos que Pekín tiene en el continente europeo, se ha salvado de la hipersensibilidad china a la hora de hablar del Tibet y de los derechos humanos. En días pasados, grupos de manifestantes nacionalistas realizaron actos de protesta en Pekín frente a establecimientos de una cadena comercial francesa. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha hablado expresamente de la posibilidad de ausentarse de la ceremonia inaugural de la contienda olímpica, en respuesta a la política china hacia el Tibet.