Europa y EE.UU. miran hacia Egipto y su nueva era
12 de febrero de 2011“¡Estamos súper felices, todos, todos los egipcios!”, dice un joven a las cámaras de televisión en Tahrir, la Plaza de la Liberación. “Esta es nuestra hora, los jóvenes construiremos un futuro mejor”, asegura otro. “El próximo presidente debe saber que despertamos, que ya nadie podrá engañarnos otra vez“, advierte, alegremente, un tercero.
“Es un cambio histórico”, sentenció la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel. La revolución ha triunfado en el país árabe, al menos por ahora. "Éste no es el fin de la transición de Egipto, es el comienzo", apuró a advertir el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Lo mismo recordaban en la Plaza de la Liberación otros manifestantes.
También desde el exterior, Europa y Estados Unidos, arriesgan sus primeras declaraciones y movimientos para ofrecer apoyo político y financiero que garantice la “irreversibilidad” y la naturaleza “pacífica” del proceso de cambios. La “estabilidad” del país, y especialmente su rol en la estabilidad de la región, son preocupaciones esenciales en occidente.
La Unión Europea conversará con Hermanos Musulmanes
La renuncia de Mubarak “ha abierto el camino para reformas más rápidas y más profundas", ha dicho la jefa de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton. "Es importante ahora que el diálogo sea acelerado y llevado a una amplia base del Gobierno, que respete las aspiraciones del pueblo egipcio y les lleve estabilidad".
El movimiento de protesta consiguió su principal demanda: la renuncia del ex presidente Hosni Mubarak. Pero el futuro es aún incierto: ¿Conducirá el Consejo Supremo del Ejército, al que Mubarak ha entregado la conducción del país, hacia una transición democrática, ordenada y duradera? De ello quieren asegurarse los manifestantes que permanecen este fin de semana en la plaza Tahrir, en El Cairo.
El futuro de Egipto está en manos del pueblo egipcio, pero “la UE está lista para ayudar de cualquier manera posible", afirmó Ashton. Para empezar, diplomática europea viajará a El Cairo para dialogar “con todos los representantes de la oposición". "Todos, incluidos los Hermanos Musulmanes, deben participar en este proceso", dijo Ashton en referencia al principal grupo de la oposición en Egipto, según adelantan medios de prensa alemanes.
Ashton sostuvo además que "la fase de transición debe durar no más de unas semanas, a lo sumo algunos meses" y abogó por la celebración de elecciones lo más pronto posible. "Espero que quienes tienen ahora el poder presenten un plan en el que expliquen cómo van a prepararlas", reclamó.
¿Garantías para la paz en Egipto y la región?
El Ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, insistió no sólo en la necesidad de un recomienzo político con metas democráticas, sino además en un tema que preocupa tanto a Europa como a los Estados Unidos: el compromiso del nuevo Gobierno egipcio con “la paz interna y exterior”.
Entretanto, el Congreso de Estados Unidos advirtió directamente a los militares egipcios sobre la posibilidad de retirar su apoyo militar y financiero: “Si el Ejército traicionase la confianza del pueblo (egipcio), ello tendría consecuencias en nuestras relaciones con Egipto y representaría una amenaza para nuestra cooperación a largo plazo”, dijo el diputado demócrata y encargado de Cooperación Militar, Patrick Leahy.
Por el momento, el alto mando militar egipcio ha tranquilizado a Estados Unidos, a Europa y, especialmente, a un aliado de ambos: un portavoz anunció en la televisión pública que se mantienen todos los tratados regionales e internacionales, entre ellos el acuerdo de paz con Israel.
Alemania: apoyar a Egipto, sin olvidar a Túnez
El ministro alemán de Cooperación para el Desarrollo, Dirk Niebel, anunció que Alemania dispondría inmediatamente de un presupuesto para la asesoría de las fuerzas democráticas implicadas en el proceso de cambios en Egipto. La fundaciones políticas alemanas recibirán un fondo de emergencia de 3 millones euros. Otros 8 millones serán destinados para impulsar la formación profesional de jóvenes egipcios, dijo el ministro.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, viajó este sábado a Túnez. En su visita de un día al país norafricano –menos de 24 horas después de conocida la renuncia de Mubarak– Westerwelle prometió a Túnez la ayuda de Alemania para avanzar en la democratización del país.
Westerwelle –quien se reunirá con el primer ministro tunesino, Mohamed Ghannuchi, representantes de la oposición y defensores de derechos humanos– advirtió a la comunidad internacional que no se debe perder de vista a esta nación, aunque la atención se centre actualmente en Egipto y Argelia –donde se han registrado protestas este sábado (12.02.2011) contra el presidente Abdelaziz Bouteflika.
"No queremos olvidar que ese movimiento emancipador democrático se inició en Túnez". El cambio democrático es ahora "irreversible" tras el derrocamiento del dictador Zine El Abidine Ben Ali y Túnez podría convertirse en "ejemplo para otros países" del mundo árabe si consigue una exitosa democratización, insistió Westerwelle.
América Latina: felicitaciones y críticas
En América Latina varios presidentes otros altos funcionarios nacionales y regionales celebraron la renuncia del presidente egipcio, Hosni Mubarak. Sin embargo, algunos gobiernos, como los de Ecuador, Venezuela y Nicaragua criticaron especialmente el rol de Estados Unidos en el proceso e instaron, tanto a la nación norteamericana como a Europa a no inmiscuirse en la transición egipcia.
Autor: Rosa Muñoz Lima
Editor: Enrique López Magallón