Europea del Año 2011: Monika Hauser, de "Medica Mondiale"
17 de marzo de 2011
Cada tanto aparecen personas como Monika Hauser, que impulsan cambios y contribuyen con ellos a decidir el futuro de Europa, dijo el director del Readers Digest para Alemania, Austria y Suiza, Werner Neunzig, en la entrega del galardón "Europea del Año 2011" a esta ginecóloga, defensora de los derechos de la mujer.
Los redactores jefe de las 21 ediciones europeas de la internacional revista Readers Digest eligen y premian, desde 1996, a aquellas personalidades que mejor representan –en su opinión– los más altos valores del Viejo Continente.
Por su sostenido compromiso con sobrevivientes de la violencia sexual en regiones en guerra en todo el mundo, la elección recayó este año sobre esta médica de 51 años, residente en la ciudad alemana de Colonia.
De origen suizo, Monika Hauser fundó en 1993 el Centro Terapéutico Medica Zenica, en Bosnia, así como la asociación Medica Mondiale, en Colonia. Con servicios médicos y sociales, la ahora mundialmente activa organización ha ayudado, según sus propias estadísticas, a unas 100.000 mujeres víctimas de la violencia sexual en medio de conflictos armados.
No todo está perdido…
Monika Hauser ayuda a las mujeres a sentir que, a pesar de sus horribles experiencias, no todo está perdido, subrayó la Representante Especial de la ONU para la Violencia Sexual en Conflictos Armados, Margot Wallström, en su discurso en Colonia.
Wallström no sólo reconoció la labor de Hauser en regiones en conflicto como Afganistán, Liberia y el Congo, sino que resaltó su trabajo como eficiente coordinadora del tema a nivel internacional, donde ha conectado a muchos actores y ha movido montañas para combatir esta forma de discriminación de la mujer y violación de los derechos humanos.
Fue la ira ante las injusticias a que se veían enfrentadas las mujeres en Bosnia u otras partes del mundo la que la impulsó, en primer lugar, destacó Hauser en su discurso de agradecimiento.
“La violación y otras formas de violencia sexual no son para las sobrevivientes un trauma de un momento, sino un trauma con consecuencias masivas para toda la vida que toca generalmente a siguientes generaciones”, aseguró Hauser.
Involucrarse en la lucha por los derechos de estas mujeres no es sólo un asunto de compromiso social, sino también de responsabilidad política, agregó.
Solidaridad y responsabilidad política
La repetición constante de estas formas de violencia y sus consecuencias es injustificable. Tan injustificable como el comportamiento usual de la comunidad internacional en estos casos, insistió Hauser: ¿por qué esperar, sopesar y hacer política de apaciguamiento con déspotas?
En las actuales circunstancias mundiales, es hora de decir basta a los hombres que siguen pretendiendo resolver sus problemas con la violencia armada. En su lugar, necesitamos solidaridad y un compromiso claro con la defensa de los derechos humanos, sostuvo la activista.
En su discurso de agradecimiento, Monika Hauser llamó una vez más a involucrar a más mujeres en las negociaciones de paz: “El 75 por ciento de las activistas por la paz en el mundo son mujeres, pero, en las negociaciones de paz, apenas representan un cuatro o cinco por ciento”.
Autora: Ulrike Mast-Kirschning / Rosa Muñoz Lima
Editora: Luna Bolívar Manaut