Crímenes neonazis
24 de febrero de 2012Las investigaciones acerca de la serie de homicidios a inmigrantes cometidos por neonazis en Alemania podrían confirmar el origen del arma principal con la que se cometieron los crímenes. El sospechoso Carsten S., que había sido detenido en Düsseldorf a comienzos de febrero, confesó, según informó su abogado defensor, que había provisto a los neonazis prófugos de un arma de fuego, así como de silenciadores. Sería “casi probable” que se trate de la Ceska 83 que utilizaron los asesinos para matar a los comerciantes de origen turco y griego.
Según comunicó la defensa, Carsten S. había sido el contacto entre los miembros prófugos de la célula terrorista de extrema derecha de la ciudad de Zwickau y el ex funcionario del NPD, Ralf Wohlleben, que se encuentra también en prisión preventiva, acusado de haber colaborado con los criminales neonazis. El abogado defensor dijo, sin embargo, que Carsten S. no tuvo conocimiento de los homicidios planeados y llevados a cabo por los terroristas neonazis hasta noviembre de 2011.
Sospechoso confiesa haber ayudado a los neonazis
El fiscal federal, Harald Range, señaló que Carsten S., de 31 años, hizo extensas declaraciones durante los interrogatorios. Range dijo a la agencia DPA que “declaró acerca de su colaboración en los hechos, y dijo también –de manera creíble, según nuestro conocimiento- que se había alejado ya hace muchos años de la escena de extrema derecha.”
El último domicilio de Carsten S. fue Düsseldorf, donde estudió Pedagogía Social en la Escuela Técnica Superior y trabajó ayudando a pacientes de sida. La fiscalía federal lo acusa de haber sido cómplice de diez asesinatos y un intento de asesinato, es decir, de los asesinatos premeditados y con alevosía atribuidos al grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU). Para el delito de complicidad en un asesinato no es importante que el arma provista se haya utilizado concretamente, sino que puede bastar con que se haya puesto a disposición.
Ceremonia de homenaje a las víctimas de neonazis en Berlín
Durante la gran ceremonia conmemorativa realizada este jueves en Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, pidió perdón públicamente a los familiares de las víctimas de la violencia de extrema derecha. Los crímenes cometidos por la célula neonazi NSU son “una vergüenza para Alemania”, dijo Merkel en su discurso, ya que la sociedad se comportó con demasiada indiferencia. La canciller aseguró que el Estado alemán hará todo lo necesario para esclarecer los asesinatos y para que se haga justicia castigando a culpables y a presuntos cómplices.
En la ceremonia oficial, que se caracterizó por la emoción que embargaba a los presentes, también tomaron la palabra las hijas de dos de las víctimas y relataron los dolorosos momentos que vivieron debido a las falsas sospechas que recayeron sobre sus padres luego de haber sido asesinados. Y concluyeron la ceremonia expresando su esperanza en un futuro en el que prime la unidad en la sociedad alemana. El jueves se hizo un minuto de silencio en toda Alemania –en las empresas, las escuelas y la administración pública- para rendir homenaje a las víctimas del grupo neonazi, casi tres meses después de que se descubriera la serie de homicidios a nueve inmigrantes y a una mujer policía alemana.
CP/ dpa, dapd
Editor: Enrique López