Expectación en México y Cuba ante la visita de Benedicto XVI
20 de marzo de 2012Después de seis años de pontificado, México y Cuba son los primeros países hispanoparlantes que visita Benedicto XVI después de viajar a Brasil en 2007 cuando asistió a la V Asamblea General del Episcopado Latinoamericano (CELAM).
La visita papal a México tendrá lugar en pleno proceso electoral y aunque autoridades eclesiásticas insisten en su carácter exclusivamente pastoral, expertos advierten sobre una capitalización del mensaje del Vicario de Cristo por parte de los partidos políticos en campaña. “Es un momento delicado en el que los mexicanos estamos eligiendo las opciones políticas futuras por lo que afirmar que no tendrá ninguna repercusión política es absurdo”, dice el sociólogo y vaticanólogo mexicano Bernardo Barranco en conversación con Deutsche Welle.
El Papa llegará el viernes 23 de marzo a León, en el central Estado de Guanajuato, el sábado se trasladará a la capital del Estado del mismo nombre y el domingo oficiará una misa masiva en Silao ante unas 700.000 personas antes de reunirse con obispos y representantes de episcopados de México y América Latina. El pontífice de 85 años evitó viajar a la Ciudad de México argumentando su delicado estado de salud.
“El hecho de que venga a Guanajuato, donde dominan los gobiernos panistas, (el gobernante Partido Acción Nacional, PAN, se encuentra en declive en la intención de voto frente al Partido Revolucionario Institucional, PRI) aunado a que dicha ciudad se ha convertido en el núcleo duro del catolicismo mexicano en términos numéricos, hace indudable que la visita tendrá repercusiones políticas“, afirma el experto y añade: “muy probablemente el gobierno de Felipe Calderón espera de las palabras del Papa una especie de bendición o de legitimidad a su política de combate al crimen organizado cada vez más cuestionada”.
México, desgarrado por la violencia
El pontífice encontrará un México muy distinto al que conoció su predecesor, Juan Pablo II, que visitó el país en cinco ocasiones. El poeta y escritor mexicano Javier Sicilia ha comparado a México y Centroamérica con el cuerpo desgarrado de Cristo en una carta que ha llevado personalmente a Roma y que entregará a representantes del Vaticano la víspera de la partida del Papa para México. En ella denuncia el clima de violencia y corrupción que impera en el país.
Sicilia, cuyo hijo fue asesinado junto con otros seis jóvenes en el estado de Morelos a manos del crimen organizado en 2011, advierte que según cifras oficiales hay 47.551 asesinados de las formas más horribles y despiadadas, más de 20.000 desaparecidos de los cuales el gobierno no puede dar cuenta de su paradero, más de 250.000 desplazados y migrantes centroamericanos que viven en condiciones inhumanas, aunado a las víctimas que se suman día a día y a un índice de impunidad del 98%.
“Necesitamos palabras de aliento. No hay liderazgos en el país, los religiosos no tienen convicción ni fortaleza, los líderes políticos están desfondados y los medios carecen de credibilidad. Será interesante que venga alguien de afuera y sacuda el tema de la violencia, porque hemos perdido el valor de la vida. Vemos muchos casos de asesinatos cometidos por placer, casos de tortura con afán de gozo”, afirma Barranco.
Desplome en el número de fieles
El desplome en el número de católicos en México, país que ocupa el segundo lugar después de Brasil en la catolicidad en el mundo, ha hecho recapacitar la estrategia de Benedicto XVI hacia Hispanoamérica después de haber priorizado la nueva evangelización en Europa durante su pontificado.
“Fueron los censos del 2010 que mostraron una caída estrepitosa del catolicismo en México lo que parece haber reestructurado su agenda”, dice Barranco. El experto advierte que mientras que en 1970 la mayoría de los países latinoamericanos contaban con un número de fieles católicos superiores al 90 por ciento de su población, en los últimos años la cifra ha caído estrepitosamente en México y Brasil, donde la tasa es de 83% y 68% respectivamente.
Según Barranco son muchos los factores que explican la fuga de fieles de la Iglesia Católica y en ello han contribuido tanto los escándalos de pederastia, como el avance de los movimientos religiosos. “Otro motivo es la estructura rígida que ha mantenido la Iglesia en sus principios. No ha logrado una síntesis novedosa entre la cultura moderna y el catolicismo y no ha reaccionado ante las nuevas formas de pareja y prácticas de la sexualidad. Sobre todo las mujeres sienten en el catolicismo una amenaza para su cuerpo y su libertad. Hay una dimensión de culpabilidad, reproche y chantaje hacia la sociedad y eso explica el éxodo de fieles hacia otras ofertas religiosas que aportan una mayor flexibilidad a su sensibilidad”, agrega.
Además el experto advierte sobre la responsabilidad de Benedicto XVI en la caída del número de fieles en el llamado “Continente de la Esperanza” pues su combate sin tregua a la Teología de la Liberación hace veinte años siendo Cardenal Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe dejó a dicha teología en una situación de la que nunca se recuperó y se tradujo en un vacío pastoral que fue llenado por otros movimientos religiosos, sobre todo pentecostales, como “Los testigos de Jehová”.
Casos de pederastia
Un grupo de jóvenes que fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes mexicanos esperan entrevistarse con Benedicto XVI al margen de su agenda oficial para reclamar justicia.
Los jóvenes, encabezados por Joaquín Aguilar, que dirige en México la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), organización que ha documentado 130 casos de abusos cometidos por sacerdotes mexicanos, destacan que hasta la fecha ningún clérigo mexicano ha sido arrestado por ese delito.
Pero tal vez el mayor desafío que deberá enfrentar el Papa durante su visita a México es la evidencia que será presentada a través de un libro basado en un expediente secreto al que tuvo acceso el propio sumo pontífice, que documenta que la Iglesia Católica encubrió desde 1944 al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
“La voluntad de no saber”, que presentarán el catedrático José Barba, una de las víctimas y de los primeros denunciantes de Marcial Maciel, el exsacerdote Alberto Athié y el investigador Fernando González, demuestra que tanto Juan Pablo II como su sucesor sabían del comportamiento criminal del líder de los legionarios y pese a ello lo encubrieron. Barranco, que es autor del prólogo de la obra explica que los responsables de dichos archivos fotocopiaron los documentos dada la fuga “hormiga” de documentos cada vez que un legionario consultaba los archivos. “Así fue como se creó un archivo paralelo que fue entregado por razones de conciencia a las víctimas y que ahora confirma lo que todos sabíamos ya. Que Maciel no solamente era un personaje siniestro, perverso, con un conjunto de patologías indescriptibles, sino que también fue tolerado y protegido por la Iglesia Católica a lo largo de varias generaciones desde los años 50”.
Cuba: agenda política fuerte
El lunes 26 de marzo, el Sumo Pontífice viajará a Cuba donde visitará Santiago de Cuba y La Habana y acudirá al santuario de la Virgen de la Caridad de El Cobre, la patrona de la nación antillana. Benedicto XVI ha manifestado su disposición a reunirse con Fidel Castro si la salud del Máximo Líder lo permite.
“El tema de la Iglesia Católica en Cuba es un tema central, pues es el espacio de agregación social que da cabida a muchos sectores, es una especie de paraguas”, dice Barranco. El experto recuerda que catorce años después del viaje de Juan Pablo II a la isla, cuando la Iglesia Católica era un reducto muy débil, se ha convertido hoy en día en el espacio de la oposición.
“Hay una Iglesia fortalecida que probablemente juegue un papel importante como lo hizo en las transiciones sudamericanas durante las dictaduras. Se trata de una visita geopolítica con una mayor agudeza que la que realiza a México”, concluye.
Autora: Eva Usi
Editor: Pablo Kummetz