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Producción de opio en aumento, según experto de la ONU.

Kerry Skyring (dms)17 de febrero de 2014

Nunca se había cultivado tanta adormidera para la producción de heroína como ahora, asegura Yuri Fedotov, director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). La droga llega a nuevos mercados.

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Opiumproduktion
Imagen: dapd

DW: Los Estados Unidos de Norteamérica y Europa temen que se produzca una inundación de heroína en sus mercados. ¿De dónde proviene ésta?

Yuri Fedotov: La heroína proviene de diferentes lugares. En el caso de Europa, la fuente principal es Afganistán, de donde viene casi el 80 por ciento del opio y la heroína del mundo. Los informes pasados de la ONUDD registran un crecimiento sin precedentes, tanto en el cultivo de opio como en la producción de heroína. En total, hay alrededor de 200 mil hectáreas de plantaciones de adormidera. Nunca antes se había visto un área de cultivo tan grande, ni siquiera en los años 2007 y 2009, que hasta ahora constituían los referentes de cifras máximas.

Tanto los productores como los traficantes parecerían estar seguros de que existe la demanda correspondiente para toda esa heroína. Su meta es principalmente Europa, pero también tienen la vista puesta en África. Allí, asegura nuestro más reciente informe, se estaría haciendo acopio de cada vez más heroína que luego, junto a cocaína, se incorpora a la conocida ruta que va de Sudamérica a Europa a través de África Occidental. Hay incluso pequeñas cantidades que, a partir de ahí, pueden llegar a los Estados Unidos, pero creemos que esa no constituye la ruta principal hacia ese país.

Yuri Fedotov Porträt
Es necesario nuevas iniciativas contra el cultivo de opio, dice el experto de la ONU Yuri Fedotov.Imagen: UNODC

A lo largo de los últimos años, el consumo de heroína en los Estados Unidos ha aumentado en un 80 por ciento. Si se toma en cuenta todo el esfuerzo que se ha destinado al control de drogas, ¿sería justo decir que este tipo de políticas han fracasado?

En los Estados Unidos se ha producido, en la última década, una enorme reducción en el consumo de cocaína. Eso significa que también hay resultados. Naturalmente, por el otro lado, existe también esta preocupante tendencia hacia la heroína y los opiáceos de prescripción médica. Es necesario llevar a cabo esfuerzos adicionales para entender este fenómeno y adoptar las medidas adecuadas.

Afganistán es la principal fuente de adormidera, a partir de la cuál se elabora luego la heroína. ¿Qué implicaciones tiene la partida de las tropas internacionales para el mercado de la heroína en Europa Occidental?

La situación en general es complicada, debido a la transición política. Debe seguir teniéndose en cuenta, a como dé lugar, la problemática de la droga. Es algo que amenaza no solo a la salud de sus consumidores en el extranjero, sino también en el propio país. Afganistán tiene la cifra más alta de usuarios de opio y heroína en el mundo. Además de ello, la producción de narcóticos acarrea muchos otros problemas, como corrupción e inestabilidad.

¿Considera usted que la producción pueda aumentar aún más?

Es algo que podría suceder si es que la comunidad internacional no aborda el problema de las drogas con la debida seriedad y, a lo largo de este período de transición, no apoya a Afganistán.

El objetivo expreso de la Organización de las Naciones Unidas es ofrecer a los campesinos de Afganistán una alternativa al cultivo de drogas. Ya se ha venido implementando esta política desde hace un tiempo atrás. ¿Ha funcionado?

Para poder desarrollar una política exitosa, necesitamos dos cosas. La primera es el compromiso del gobierno y de la comunidad internacional. La segunda es suficiente financiamiento. El financiamiento no debe reducirse apenas a la repartición de semillas y fertilizantes, sino que debe tomar en cuenta toda la infraestructura que la comercialización de un producto alternativo engloba. Esto ya ha funcionado en países como Colombia y Tailandia. Existen un par de programas de este tipo en Afganistán, pero hasta el momento son apenas gotas en el océano. Yo he podido conversar en Afganistán con campesinos plantadores de adormidera que estaban dispuestos a cambiar sus cultivos de inmediato. El problema era la carencia de infraestructura; no hay calles, puentes o mercados para llevar a cabo la distribución. Eso dificulta el desarrollo de cultivos alternativos.

Yuri Fedotov es el director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Fue vice-canciller de la Federación Rusa y embajador ruso en Gran Bretaña.