Exportaciones de armas: un negocio discreto
13 de diciembre de 2010Los gobiernos alemanes suelen propagar a los cuatro vientos los éxitos de exportación de las empresas alemanas. Sólo en un caso son bastante parcos: en el del sector de la industria de armamento. El año 2010 se acerca a su fin y Berlín no ha publicado aún las cifras de 2009, dice, sorprendido, Karl Jüsten, experto en armamento de la Iglesia protestante de Alemania.
El prelado no tiene, por el contrario, impedimentos a la hora de hablar claramente: “Para nosotros, ello es inaceptable, es más, diría que escandaloso”. Y por si fuera poco, agrega: “Se trata de una nueva prueba de falta de información, de opacidad y escasa participación de la sociedad civil”.
Ese déficit comunicativo parece ser una constante en la política alemana: en eso, este Gobierno no se diferencia mucho de los anteriores, de diferentes composiciones partidarias, que también han preferido publicar los informes anuales sobre ventas de armamento lo más tarde posible. Hoy, fuentes oficiales dieron a conocer que el informe del 2009 será aprobado por el Gabinete el próximo miércoles (15.12.).
Con o sin cifras oficiales
Las Iglesias católica y protestante de Alemania someten tradicionalmente todos los años las ventas de armas a un análisis crítico, elaborado por la “Conferencia Conjunta Iglesia y Desarrollo”, con o sin cifras oficiales. Este año, los expertos eclesiásticos recurrieron a datos de organizaciones internacionales e información que diputados de la oposición lograron obtener del Gobierno a través de preguntas parlamentarias.
De acuerdo con el informe eclesiástico, que acaba de darse a conocer, Alemania ocupó en 2009 nuevamente el tercer puesto mundial en la exportación de armamento, detrás de los Estados Unidos y Rusia. Un estudio norteamericano cifró las exportaciones alemanas de armas en 2.800 millones de dólares. Al mismo tiempo el pasado año fueron registrados contratos nuevos de exportación por un monto de 3.700 millones de dólares.
Entre los compradores se cuentan países como Pakistán, en medio de una región en crisis. En opinión de Jüsten, “motivo suficiente para hacer sonar todas las alarmas”.
Otros compradores fuera del área de la OTAN y la Unión Europea son, por ejemplo, Abu Dhabi, Bangladesh, India, Irak, Corea del Sur, Egipto, Libia, Arabia Saudí, Kuwait, Serbia, Indonesia y Chile. Además de tanques, aviones y buques fueron exportadas también 34.000 armas pequeñas.
Necesaria es la autorización del Gobierno
Las exportaciones de armamento a países de la OTAN y la Unión Europea se llevan a cabo sin mayores limitaciones. Otros compradores deben cumplir con determinados requisitos. Entre ellos se cuentan el respeto de los derechos humanos y que las armas no sean usadas para la represión interna.
Limitaciones rigen también el comercio con países sumidos en tensiones políticas y militares. Las exportaciones alemanas de armamento representan sólo el tres por ciento del total de las ventas alemanas al exterior, también debido a esas limitaciones.
Bernhard Moltmann, de la “Conferencia Conjunta Iglesia y Desarrollo”, estima que las autorizaciones de exportación de armas han sido manejadas en Alemania hasta ahora de forma relativamente restrictiva, pero que “esa política se flexibiliza cada vez más”.
Moltmann critica concretamente al ministro de Economía, Rainer Brüderle, que durante una reciente visita a la India en compañía de representantes de la industria armamentística, dijo que fomenta “todo tipo de negocio legal”. Moltmann pone el dedo en la llaga: “no todo lo que es legal es políticamente inteligente; en lo que se refiere a las ventas de armas, lo esencial no es en primer lugar el aspecto legal, sino la lucidez política”. Y agrega: “Las armas son bienes de larga vida útil. ¿Quién sabe contra quién se disparará dentro de 30 años con fusiles G-36 vendidos a Arabia Saudí?”.
Las Iglesias temen que las exportaciones de armas germanas aumenten en un futuro próximo, debido a la planeada reestructuración de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas Alemanas). Por un lado, porque habrá entonces armas demás y será necesario deshacerse de ellas y por otro, porque la Bundeswehr ya no será uno de los principales compradores y por ello las empresas del sector reclaman que se faciliten las exportaciones al resto del mundo.
Autor: Bernd Gräßler/Pablo Kummetz
Editora: Luna Bolívar Manaut