Siempre hubo oposición en la RDA
13 de septiembre de 2012Cuando Doris Liebermann nació la República Democrática Alemana (RDA) tenía ocho años de existir y se encontraba al borde del colapso. Era la cúspide de la crisis del 17 de junio de 1953 cuando las protestas contra el régimen comunista se transformaron en una resistencia popular. El régimen logró reprimir la revuelta gracias a la ayuda de las fuerzas soviéticas de ocupación. A partir de ese momento toda voz crítica o que reclamara libertad se convirtió en un “elemento adversario”. El Ministerio para la Seguridad del Estado (MfS), conocido como “la Stasi”, se encargó de reclutar espías y soplones entre la población.
En noviembre de 1976 la estudiante de teología, Doris Liebermann, a la sazón de 23 años, ya era conocida por la Stasi. Fue interrogada durante horas por haber firmado una petición en contra de la expulsión del célebre cantautor comunista Wolf Biermann. La protesta se dirige contra el liderazgo de la RDA, que reacciona con poca consideración al valor de la joven y de otros 55 firmantes en la ciudad universitaria de Jena, en el Land estealemán de Turingia.
Siempre hubo voces críticas
Poco antes de navidad de 1977 Doris Liebermann sigue a su compañero sentimental, que desde la detención en una cárcel de la Stasi fue deportado a Berlín occidental. Así es como la RDA se libera de sus críticos hasta que llega la revolución pacífica de 1989 que condujo a la caída del Muro de Berlín. Pese a los esfuerzos por eliminarlos siempre surgieron nuevos disidentes.
Precisamente fueron los jóvenes los que se rebelaron ante la dictadura germano oriental. Esta constante es tematizada en la exposición “Oposición juvenil en la RDA”, que muestra en Berlín la trayectoria de 18 jóvenes disidentes, entre ellos, Doris Liebermann.
La exposición fue organizada por Tom Sello y Stefanie Wahl, de la Sociedad Robert Havemann, que lleva el nombre del científico y biólogo que se encontraba entre los líderes opositores al régimen germano oriental. Havemann fue castigado con la prohibición de trabajar y hasta su muerte estuvo bajo arresto domiciliario. Su última morada fue en la localidad de Grünheide, en Brandeburgo.
La exposición está dirigida a escuelas e instituciones públicas. La Sociedad Robert Havemann busca hacer partícipe a las regiones más apartadas, de provincia. Ahí, a diferencia de las grandes ciudades, no hay posibilidades de enfrentarse de manera crítica a la dictadura de la RDA. Pero interés si que lo hay en la exposición. Una escuela en Sudáfrica se interesó por llevar la muestra a sus instalaciones.
Autor: Marcel Fürstenau/ EU
Editor: Enrique López