Fatal impresión

Pensar más

Frankfurter Allgemeine Zeitung, Fráncfort del Meno: "Sería bueno que Ban Ki Moon pensara más antes de manifestarse públicamente con respecto a un determinado tema. Es correcto señalar una y otra vez que la pena de muerte es una barbaridad. Por qué se ha elegido el ajusticiamiento de un gran criminal como Saddam Hussein para montar en cólera no es, sin embargo, claramente explicable. Las Naciones Unidas y su Secretario General harían bien en denunciar las ejecuciones prácticamente diarias en China, las alevosas ejecuciones en Japón y las ejecuciones jurídicamente no siempre impecables en los EE. UU."

Contradice a su propia organización

Frankfurter Rundschau, Fráncfort del Meno: "El ser humano Ban Ki Moon puede manifestar comprensión para con la pena de muerte. Pero el secretario general Ban Ki Moon, no. Por el contrario, Moon debe cuidarse de no dar la impresión de que para él, la pena de muerte es algo aceptable. El comentario diplomático, formalmente correcto, pero sobreentendido, de que cada país es soberano y puede hacer lo que crea correcto, refuerza la fatal impresión de que el Secretario General contradice la posición básica de su propia organización en una cuestión tan central."

Mal paso

Die Tageszeitung, de Berlín: "Ya en el primer día en funciones, el nuevo secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, cometió un faux pas. Con respecto al ajusticiamiento de Saddam Hussein no se le ocurrió al surcoreano otra que recordarnos las felonías del dictador y comentar que acerca de la cuestión de la pena de muerte, cada país debía decidir por sí mismo. ¡Qué mal comienzo! Da lo mismo que su comentario haya sido una tontería expresada sin pensar mucho, que sea realmente su opinión o que le haya querido dar un gusto a los EE. UU., cuyo presidente, George W. Bush, calificó el ahorcamiento de Saddam Hussein de "hito en la senda hacia la democracia" en Irak. Las escuetas palabras de Ban Ki Moons no dejan prever nada bueno para el sucesor de Kofi Annan. Un secretario general que dice lo primero que se le ocurre y justamente sobre un tema tan esencial como la pena de muerte es una perspectiva nada halagüeña."

Triste enseñanza

Der Standard, de Viena: "La triste enseñanza es que ninguno de los estándares civilizatorios alcanzados es algo definitivo e irreversible, tampoco en Europa. Esos estándares deben ser defendidos permanentemente. Italia quiere llevar ahora la discusión en relación con la pena de muerte a la ONU. Pero ésta tiene ahora un secretario general que evidentemente no quiere identificarse con el rechazo a la pena de muerte, fijado en la Declaración de los Derechos Humanos como el derecho de todo ser humano a la vida. Cada país puede hacer lo que quiera, dijo Ban Ki Moon en su primer día de trabajo. Quizás sea sólo la respuesta de un vacilante diplomático, que no quiere enfrentarse justo el primer día con países miembros de la ONU, entre otros, los EE. UU. y el suyo propio, Corea del Sur. Pero quizás ello signifique también que los estándares en el mundo no se elevan, sino que se reducen".