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Ferrero-Waldner retira su candidatura a directora de la UNESCO

Claudia Herrera Pahl20 de septiembre de 2009
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La comisaria de Política Exterior de la Unión Europea, la austríaca Benita Ferrero-Waldner, retiró su candidatura a directora general de la UNESCO, según dio a conocer la delegación austríaca ante la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Fuentes diplomáticas señalaron que las cada vez menores chances de Ferrero-Waldner ante el candidato favorito, el ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosny, motivaron a la comisaria a tomar esta decisión. Las condiciones para mantener una candidatura ya no existen, comentaron las fuentes.

La candidatura de Hosny es controvertida por supuestas declaraciones antisemitas que hizo en el pasado. Así, al parecer, el año pasado dijo que él personalmente quemaría cualquier libro israelí que encontrara en la Biblioteca de Alejandría en Egipto.

En la tercera ronda de votaciones para encontrar a un sucesor del saliente director general Koichiro Matsuura, Ferrero-Waldner recibió el sábado menos votos que la otra candidata europea, Irina Bokova, de Bulgaria.

En total, se pueden celebrar hasta cinco votaciones si ningún candidato logra una mayoría de votos de los 58 miembros del comité ejecutivo de la UNESCO. El ganador debe ser confirmado luego en una asamblea general el 15 de octubre.

Junto a Hosny, los candidatos son ahora, además de Bokova, el argelino Mohamed Bedjaoui y la diplomática ecuatoriana Ivonne Juez de Baki.

Organizaciones de derechos humanos, intelectuales y políticos han instado a no votar al ministro egipcio, al que recriminan haber realizado declaraciones antisemitas.

Entre los críticos más acérrimos de Hosny se encuentran los intelectuales franceses Bernard-Henri Lévy y Claude Lanzmann así como el escritor estadounidense y superviviente del Holocausto Elie Wiesel.

En mayo difundieron un escrito en el que describen a Hosny como un "incendiario espiritual". En su queja, destacaron que el ministro de Cultura egipcio declaró en 2001 públicamente que la cultura israelí es agresiva, racista y presumida. dpa