Festival Kagel en Buenos Aires

El 10 de julio comenzaron los festejos del maestro que marcó las últimas cinco décadas del mundo musical, con la proyección de películas experimentales de Kagel en el Instituto Goethe de Buenos Aires. Siguió el 12 de julio con una conferencia en el mismo Instituto en la que Kagel explicó las obras a presentarse durante todo el festival. El 17 de julio tuvo lugar el concierto inaugural en el Teatro Colón de Buenos Aires, el primero de una serie de diez conciertos a realizarse en esa sala y en el Teatro Margarita Xirgu de la misma ciudad hasta el 30 de julio.

La elección del repertorio fue un trabajo conjunto de Kagel y los organizadores del Festival. Se tuvo muy en cuenta que fueran todas primeras audiciones argentinas: “Eine Brise. Acción fugitiva para 111 ciclistas”; “Cinco marchas para malograr la victoria”; “Mare Nostrum. Descubrimiento, liberación y conversión del Mediterráneo por una tribu amazónica”; “La rosa de los vientos”; “Concierto para flauta, arpa, cuerda y percusión”; “Kammersymphonie”; “Quodlibet” y “24 de diciembre de 1931. Noticias truncas para barítono e instrumentos”.

Participan los conjuntos argentinos Ensemble Süden y Compañía Oblicua, el italiano Divertimento Ensemble y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Los directores musicales son el mismo Mauricio Kagel, Sandro Gorli, Marcelo Delgado y Arturo Diemecke.

Concierto inaugural

El 17 de julio, previo al concierto, se realizó “Eine Brise”, “Una brisa” en la calle cerrada al tránsito frente al Teatro Colón de Buenos Aires con los 111 ciclistas cantando, silbando y tocando bocina para ponernos a tono con el sentido del humor de Kagel. En el interior, en la sala de 3.000 espectadores casi llena, Ensemble Süden y Compañía Oblicua tocaron las “Cinco marchas para malograr la victoria”, que Kagel no compuso con placer porque no cree “que se pueda gustar de un género cuyo tónico efecto es casi siempre negativo para la humanidad”.

Luego se presentó la “Kammersymphonie” en la que Kagel se rebela contra la “anemia sonora” producto de la prohibición de duplicar notas durante el período rígido de la dodecafonía y el serialismo. En ella se escuchan únicamente dos voces reales con cantidades de duplicaciones en octavas.

En la segunda parte, Kagel dirigió “El 24 de diciembre de 1931”, una serie de noticias del día de su propio nacimiento, colectadas de los periódicos y puestas en música. El barítono alemán Roland Hermann y los ruidos de instrumentos inventados dieron el toque de humor y de dramatismo que arrancó los aplausos finales, seguidos de ovaciones de pie y tres obras fuera de programa.

La obra de Kagel

Mauricio Kagel nació en Buenos Aires el 24 de diciembre de 1931, donde estudió dirección orquestal, canto, piano, órgano, violoncelo, teoría, filosofía y literatura. En composición fue más bien autodidacta. Comenzó a escribir sus primeras piezas instrumentales y electroacústicas en 1950, buscando ideas musicales opuestas al neoclasicismo predominante en la época. Actuó en la agrupación Nueva Música, en la revista Nueva Visión, en la Cinemateca Argentina, Teatro Colón, Ópera de Cámara de Buenos Aires incursionando también en cine, teatro, radio y fotografía.

A partir de 1957, becado por el Servicio Alemán de Intercambio Académico, ingresó en el estudio de música electrónica de la Radio del Oeste de Alemania en Colonia, dirigió la Orquesta de Cámara de Música Contemporánea de Renania, creó el Kölner Ensemble für Neue Musik, dictó cursos de verano y fue profesor durante años en el Kranichsteiner Musikinstitut de la ciudad de Darmstadt, dictó cursos magistrales e hizo giras por todo el mundo, fue director del Instituto de Nueva Música en la Escuela de Música de Colonia y en 1974 se creó para él la primera cátedra europea de Nuevo Teatro Musical en la Escuela Superior de Música de Colonia.

Kagel es un apasionado de la docencia -aquí sólo mencionamos algunos ejemplos- y es un compositor apasionado que crea constantemente. También se encarga de la producción y de la dirección escénica de sus propias obras, tal como lo está haciendo ahora en Buenos Aires. Su obra es interdisciplinaria. Comprende unas 200 composiciones abarcando música instrumental, de cámara, sinfónica y electroacústica, teatro musical, cine, ballet y radiofonía, además de libros y escritos académicos.