Filósofo Habermas pide a Schröder "valor desde la desesperación"
6 de junio de 2005El filósofo alemán Jürgen Habermas ha instado al canciller alemán, Gerhard Schröder, a dar una muestra de 'coraje desde la desesperación' para impulsar una alternativa valiente a la paralización que amenaza a la Unión Euorpea (UE) tras el 'no' francés y holandés a la Constitución.
Schröder y su ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, deben actuar desde 'el valor que da la desesperación' y dar una 'alternativa esperanzadora' a la UE, escribe Habermas en la edición de hoy del diario 'Süddeutsche Zeitung'.
Esta iniciativa daría 'perfil a su salida', apunta el filósofo y sociólogo, quien da por hecho que Schröder y Fischer serán derrotados en las elecciones legislativas anticipadas, que previsiblemente se celebrarán el próximo septiembre.
Desde esta posición, y puesto que no tienen nada que perder, son los más indicados para abrir nuevas perspectivas, a juicio de Habermas, que deben proceder de los Estados fundadores de la UE.
Schröder y el presidente francés, Jacques Chirac, son los 'líderes predestinados' a impulsar esa iniciativa.
Se trataría, según Habermas, de que los países fundadores tantearan las posibilidades de una 'cooperación más reforzada' con los incorporados a la zona euro para marcar el camino a una futura Constitución.
El luxemburgués Jean-Claude Juncker 'tiene el formato adecuado, pero no el poder' para hacerlo, mientras que el español, José Luis Rodríguez Zapatero, 'no lleva el tiempo suficiente en el negocio', prosigue Habermas, quien considera que del italiano Silvio Berlusconi 'mejor ni hablar'.
Está claro que Schröder y Chirac se encuentran entre la espada y la pared, escribe el 'Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2003'.
Pero, 'a veces, desde el valor de la desesperación nacen fuerzas insospechadas', prosigue Habermas, para quien la historia no puede cambiarse sin 'gestos simbólicos, sin señales que sirvan a las generaciones futuras'.
'Los del 68 fueron sensibles a las ideas románticas', destaca el filósofo, quien alude así al pasado de Schröder y Fischer como miembros de esa revolucionaria generación.