¿Otra crisis global?
15 de julio de 2011
Die Presse, de Viena: “EE. UU. no entra en suspensión de pago no porque ya nadie le preste dinero, sino porque el límite legal y vigente de endeudamiento le prohíbe seguir endeudándose. Esa es la diferencia clave con Grecia. En segundo lugar, como es una unidad monetaria autónoma, también puede crear dinero y, con él, pagar sus deudas, lo que sería algo así como un desendeudamiento por inflación. Pero el camino hacia la suspensión de pago es corto, en vista del déficit actual. La agencia de calificación de riesgo Moody's ya amenaza con bajar la nota de EE. UU., lo cual le encarecería y dificultaría aún más el pago de la deuda. Es decir, que nos enfrentamos de un modo u otro a un cambio radical. La época en la que el consumo financiado a crédito de EE. UU. impulsaba la economía mundial parece llegar a su fin. Si ese final será ordenado o sobrevendrá una explosión global que destruya capitales es algo que está sólo en manos de quienes negocian en Washington.”
“Un costo demasiado alto”
The Times, de Londres: “Existe un peligro real de que un bloqueo político en Washington desate una nueva crisis financiera global. Si la agencia de rating Moody's rebaja la calificación de solvencia de EE. UU., subirían inmediatamente los intereses en los mercados, por lo cual sería más caro para EE. UU. acceder a créditos. Los aumentos de intereses también provocarían un derrumbe de las bolsas del mundo. El balance de los bancos y otras instituciones crediticias que poseen grandes cantidades de bonos estadounidenses se vería perjudicado. Y todo eso es lo último que necesita la economía global en tiempos como éstos, de débil crecimiento económico en EE. UU. y de una crisis de endeudamiento colosal en Europa. El costo sería demasiado alto. Los gobernantes de EE. UU. no sólo ponen en peligro la recuperación de las economías mundiales, sino también la calidad de vida de sus propios ciudadanos.”
"Responsabilidad la tienen los republicanos"
Salzburger Nachrichten, de Salzburgo: “La responsabilidad por la precaria situación es de los republicanos. Motivados por la energía de los recién llegados del Tea-Party, los líderes republicanos se metieron con estrépito en una batalla de la que sólo pueden resultar perdedores. Su grito de guerra ‘no a nuevos impuestos' suena, con el trasfondo del enorme endeudamiento de EE. UU., tan ilusorio como es irresponsable la amenaza de bancarrota estatal. En caso de que el 3 de agosto no se paguen los cheques a los jubilados, los afectados señalarán con el dedo a los responsables, es decir, a los republicanos. Con cada día que pasa en la cuenta regresiva hacia la suspensión de pago, se fortalece cada vez más la postura política del presidente Barack Obama.”
“EE. UU., en la mira”
Franfkurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno: “La agencia de rating Moody's considera que la hasta ahora excelente solvencia de EE. UU. está en peligro y amenaza con rebajarle la nota si el Congreso y el presidente no se ponen de acuerdo pronto sobre un aumento del límite de deuda y un plan serio de consolidación del presupuesto estatal. La política de endeudamiento de Washington también está en la mira de su acreedor más importante: China. La crítica impaciente al fracaso de los intentos de dominar la crisis delatan la preocupación por la evolución del valor de los bonos estadounidenses en manos chinas. La amenaza implícita es clara, y se trata de una situación altamente explosiva para las finanzas y la política mundial, además de que para EE. UU. es algo sumamente lamentable.”
“Error de la Fed al elevar tipos de interés”
El País, de Madrid: “Europa no es la única zona económica que sufre de las dudas sobre su solvencia nacional. La agencia de calificación Moody's ha advertido a las autoridades económicas de Estados Unidos que si no hay un acuerdo próximo sobre el aumento del techo establecido de deuda pública, la calificación de solvencia actual (triple A) podría revisarse a la baja. El próximo 2 de agosto es la fecha límite para que republicanos y demócratas se pongan de acuerdo sobre el nuevo límite de endeudamiento. (…) Es probable que, a diferencia de la confusión dominante entre las autoridades de la eurozona, demócratas y republicanos de EE UU acaben no solo acordando esa ampliación del límite de deuda, sino también pactando estímulos adicionales a la economía (…) Pero las advertencias de Moody's y el FMI definen una nueva situación. La aplicación de esos nuevos estímulos fiscales, si se consideran necesarios, deberán tener en cuenta la prudencia en el gasto para no elevar el déficit y la deuda. Lo que no ha hecho la Fed es cometer el doble error de elevar tipos de interés en ausencia de amenazas inflacionistas. La recaída en una nueva recesión es un escenario más probable en la eurozona (algo menor en EE UU) que el descontrol de la inflación.
CP/ dpa
Editor: Pablo Kummetz