Fráncfort del Meno es la capital europea de los centros de datos. Cada vez hay más de ellos en la región. La extensa red de fribra de vidrio, la cercanía a los grandes bancos y el hecho de ser uno de los nodos de internet más grandes del mundo, atrae a los inversores. Pero el volumen de energía que consumen los centros de cálculo es enorme.