Francia: Le Pen en el centro de la pista
2 de mayo de 2017El fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, disputó la segunda vuelta contra Jacques Chirac en 2002 gracias a una mezcla de complacencia y abstención de la izquierda y el voto de protesta contra la élite. Los titulares de los periódicos lo denominaron entonces "la vergüenza” de Francia. Se estima que un millón de personas desfilaron por las calles de París para protestar contra Le Pen, el padre de Marine.
Pero, entre tanto, la agenda de la extrema derecha se ha arraigado fuertemente en la corriente principal de la política francesa. "Son una parte del panorama político ahora y lo seguirán siendo. Especialmente si muchos jóvenes votan por ellos”, dijo Jean-Yves Camus, un analista de política francesa que escribe sobre los movimientos de extrema derecha en Europa.
Marie da Silva, de 52 años y partidaria de Le Pen, hasta hace poco apoyaba a Los Republicanos, de centro-derecha. "Los programas de los otros no son tan buenos como dicen. Tenemos que cerrar las fronteras, es importante. Europa está acabada y el euro es terrible”, dijo en un mitín de Le Pen en París.
Enfoque en la clase trabajadora
Cécile Alduy, especialista en el FN, dice que la decepción de la clase obrera con los partidos tradicionales se ha incrementado y el mensaje de Le Pen de culpar a la élite ha resonado en aquellos que se sienten olvidados por el estado.
"El Frente Nacional ha logrado echar raíces reemplazando al partido comunista y hablando con el mismo lenguaje en muchos aspectos… habla de grandes empresas que arruinan la clase trabajadora, de incrementar el salario mínimo e incrementar los pequeños fondos de jubilación”, dijo Alduy. "Tiene un poco de todo para todos”.
Le Pen ha cambiado la retórica antisemita polarizadora del partido de su padre y se ha focalizado en la Unión Europea y en la globalización como fuentes de los problemas de Francia. Su mensaje de soberanía tocó la fibra sensible de muchos votantes jóvenes.
Según Camus, "ella no utiliza esos antiguos temas simplemente porque no hay interés entre los que tienen 18 y 24 años. Ellos no conocen la guerra; sus intereses son el desempleo, la inmigración y otra vez el desempleo”.
Francia dividida
Arnaud de Rigne, un joven de 21 años de Nantes, dice que la primera vez que vio a Le Pen, ella discutía con François Hollande sobre el Parlamento Europeo y le llamó peón de Ángela Merkel.
"Cuando estás en frente de ella, sabes que ella es la que manda, para nosotros es muy importante tener una jefa que sea un líder”, dijo Rigne.
Camus dice que los jóvenes que votan FN "no son fascistas. Son simplemente nacionalistas. Son la próxima generación de los líderes del Frente Nacional”.
Le Pen divide a Francia en dos campos. Hoy la batalla política, según ella, está entre los patriotas (los que aman a Francia) y los mundialistas, los partidarios de la Unión Europea, como su oponente Macron. El analista político Pascal Perrineu, de la universidad Sciences Po, en París, llama a la segunda vuelta Macron-Le Pen la brecha del siglo XXI.
"Hay dos Francias: una cosmopolita que va bien y otra golpeada por el desempleo y preocupada por su identidad”, dice Perrineau. "Esas partes expresan un nueva ruptura entre la sociedad abierta y la sociedad cerrada”.
"La última oportunidad para Francia"
Christophe Barbier, periodista político del diario ´L'Express´, dice que Macron es la última oportunidad de Francia de tener un gobierno moderado. Si las cosas no van bien, él podría ser el hombre que abra paso a una presidencia de Le Pen.
"Si Macron falla, la próxima presidenta será Marine Le Pen o Marion Marechal Le Pen (su sobrina) ", dijo Barbier. "Es la última oportunidad de Francia para arreglar el país antes de una aventura mortal con el populismo”.
A Macron solo le llevó un año para construir su movimiento político que lo ha puesto a las puertas del Eliseo. Un mandato presidencial de cinco años va rápido, pero Le Pen no tendrá que esperar para lanzar su revolución política, ya la trajo.