Francia pide poner fin al embargo sobre Cuba
1 de febrero de 2016
Este 1º de febrero, el presidente de Francia, François Hollande, recibió al líder cubano Raúl Castro en el Palacio del Elíseo e instó a Estados Unidos a poner fin a ese “vestigio de la Guerra Fría” que es el embargo sobre Cuba. El mandatario galo enfatizó que su país deseaba “acompañar a Cuba en el camino que ha elegido: apertura y desarrollo”. Castro fue recibido con honores militares, un gesto que le permaneció vedado hace 21 años a su hermano, Fidel Castro, cuando éste llevaba las riendas de la Antilla Mayor.
Francia se ha puesto desde hace meses a la vanguardia del acercamiento de la Unión Europea (UE) con Cuba, tras años de enfriamiento en las relaciones bilaterales. Castro, por su parte, agradeció a Francia el que haya asumido la bandera en el mejoramiento de los nexos entre la UE y su país. “Agradecemos el liderazgo de Francia en el momento de la construcción de una nueva etapa en las relaciones entre la UE y Cuba”, dijo Castro. El líder cubano de 84 años también reconoció el papel de Francia en las negociaciones con los países miembros del Club de París sobre la deuda cubana.
El grupo condonó en diciembre a La Habana una deuda de 8.500 millones de dólares en intereses a cambio del pago de 2.600 millones en préstamos vencidos en el plazo de año y medio. “Reiteramos el agradecimiento al Gobierno francés por su papel significativo y posición constructiva para alcanzar este importante resultado, lo que abre una nueva etapa en las relaciones económicas, comerciales y financieras de Cuba con estos países”, señaló Castro. El acuerdo con el Club de París es considerado clave para posibilitar el acceso de la isla comunista a créditos a nivel internacional.
El Gobierno de París se ha convertido en los últimos tiempos en el principal interlocutor de La Habana en la UE incluso por delante de España, que suele reclamar para sí ese papel en los contactos del bloque europeo con los países latinoamericanos. Hollande fue hace ocho meses el primer líder de una potencia occidental en visitar Cuba después del histórico deshielo entre Washington y La Habana iniciado en diciembre de 2014. El viaje fue también el primero de un jefe de Estado francés a la isla caribeña. La visita en contrapartida de Castro a Francia se inscribe además en la paulatina apertura internacional de la isla comunista.
Cuba impulsa desde hace varios años una tímida apertura de mercado, con incentivos para atraer capitales extranjeros, entre otras medidas. La ministra de Medio Ambiente francesa, Ségolène Royal, fue la encargada de recibir hoy primero a Raúl Castro en el Arco del Triunfo parisino. El Gobierno de Hollande agasajará esta noche a Castro con un banquete de honor en el Elíseo. La UE negocia con Cuba desde abril de 2014 para alcanzar un acuerdo de diálogo político y cooperación, después de décadas de distanciamiento debido a las críticas internacionales por la situación de los derechos humanos en en la isla.
Varios países europeos abogan en tanto por una nueva política hacia La Habana. Defensores de los derechos humanos, por su parte, criticaron la cercanía a Cuba del Gobierno de Hollande. El presidente cubano “es representante de una de las últimas dictaduras activas”, señaló el secretario general de Reporteros sin Fronteras, Christophe Deloire, en un artículo publicado por el diario de izquierdas francés Libération. En su intervención, Hollande aseguró que durante su conversación de una hora con Castro ambos abordaron “todas las cuestiones” pendientes y enfatizó que Francia se identifica con los “derechos de las personas”.
ERC ( dpa / EFE )