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Francotirador de Dallas planeaba ataques a mayor escala

10 de julio de 2016

La Policía cree que Micah Johnson sufría alguna clase de delirio. Había practicado en el patio de su casa la táctica que puso en acción el día de la matanza.

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Imagen: picture-alliance/AP Photo/N. Merchant

Las autoridades de Estados Unidos revelaron este domingo (10.07.2016) que Micah Johnson, el francotirador de Dallas que mató a cinco policías al término de una marcha en protesta por la muerte de dos ciudadanos negros a manos de las fuerzas de seguridad, planificaba ataques de mayor envergadura. La convicción al respecto nace del hallazgo de su diario de vida, donde tenía anotaciones sobre el tema, y los explosivos encontrados en su vivienda.

El jefe de la Policía de Dallas, David Brown, dijo en una entrevista con CNN que Johnson “pensaba que estaba haciendo lo correcto al hacer pagar a los policías por lo que el veía como esfuerzos de los agentes por castigar a la gente de color”. Los investigadores creen que el atacante había planeado su acción contra los funcionarios antes de que explotaran las protestas. Para los expertos, el detonante de la matanza fue el odio racial hacia los blancos.

“Nuestro registro de la casa del sospechoso nos lleva a creer, basado en los materiales para la fabricación de bombas y el diario que encontramos, que había estado practicando detonaciones y que tenía material suficiente para haber provocado efectos devastadores en nuestra ciudad y nuestra área del norte de Texas”, afirmó Brown. En el patio de su casa, Johnson practicó lo que luego puso en acción: disparar y cambiar rápidamente de posición.

“Algún tipo de delirio”

Brown contó que el atacante escribió con su propia sangre las iniciales RB en la pared de la escalera del garaje en el que después fue abatido por la policía con un robot bomba. Ello podría indicar que ya había resultado herido antes de su muerte. Por el momento no está claro el significado de las letras. Además, el jefe policial defendió en la entrevista el uso del robot para neutralizar al atacante. “Sin nuestra acción, habría herido a más oficiales”, afirmó.

Tras revisar el diario con tácticas de combate que encontraron el domicilio del agresor, los agentes han concluido que “obviamente tenía algún tipo de delirio”. “Había partes un poco confusas que son difíciles de descifrar”. El francotirador no sólo había disparado durante las negociaciones con la policía, sino que también se río, cantó y amenazó con nueva violencia. Johnson “parecía estar muy en control de la situación” cuando negociaba con los agentes, “con claridad mental” y “determinado a seguir causando más daño”, explicó Brown.

DZC (EFE, dpa)