"Frauenkirche": símbolo de destrucción y reconciliación
30 de octubre de 2005
En Alemania renació el emblema de la ciega destrucción de las guerras. Un total de 450 trombones resonaron en el cielo sobre Dresde para celebrar la consagración de la iglesia luterana que ahora representa el resurgimiento del Este de Alemania y, también, la reconciliación entre los pueblos enemigos.
"Todos deben oír el mensaje que, desde la belleza y la fuerza de este lugar, se envía a todo el mundo", dijo el obispo evangélico de Sajonia, Jochen Bohl,ante un auditorio del que formaban parte el presidente alemán Horst Köhler, el canciller en funciones, Gerhard Schröder, y su sucesora designada, Angela Merkel, comparó el trabajo de reconstrucción de la Frauenkirche con la parábola del grano de mostaza de los evangelios ya que, "de algo aparentemente pequeño e insignificante ha surgido algo grande".
La reconciliación es posible
En los últimos quince años, según Bohl, creció, en torno a la Frauenkirche, una "comunidad mundial" que se dejó llevar por la esperanza de que la reconciliación es algo que puede vivirse a través de hechos concretos.
La reconstrucción costo cerca de 180 millones de euros de los que cerca de dos tercios se financiaron con donativos. Más de un millón de euros llegó de Inglaterra, uno de los países que bombardearon y destruyeron Dresde. El Duque de Kent, primo de la reina Isabel, fue el representante del Reino Unido en la ceremonia de consagración a la que también asistieron los embajadores de las potencias aliadas que lucharon contra la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial.
La Frauenkirche pareció sobrevivir a los legendarios bombardeos contra Dresde del 13 y 14 de febrero de 1945 pero dos días después el edificio se desplomó como consecuencia tardía de los ataques y el incendio que ablandó sus fundamentos. Durante la dictadura de la extinta República Democrática Alemana (RDA) la iglesia destruida se dejó tal y como estaba como una advertencia contra las destrucciones sin sentido que podía provocar una guerra.
Donaciones para la paz y el esplendor
Tras la reunificación de Alemania en 1990, una iniciativa ciudadana reunió donativos de 600.000 personas e instituciones de todo el mundo. Inicialmente, hubo quienes se mostraron contrarios a la idea de la reconstrucción, entre ellos el propio pastor Fritz, pues consideraban que la ruina podía servir como un monumento contra la guerra, lo mismo que ocurre con la emblemática Gedächtniskirche de Berlín.
La solución fue promover la reconstrucción como un trabajo de reconciliación que llevó a la intensificación de relaciones con iglesias destruidas de Inglaterra y a la participación en el proyecto de muchos donantes extranjeros.