Fuerte tensión en Chemnitz tras marcha de la ultraderecha
1 de septiembre de 2018En medio de fuertes medidas de seguridad, unas 4.500 personas se plegaron a la "marcha silenciosa” convocada este sábado (01.09.2018) en Chemnitz (este de Alemania) por el partido Alternativa para Alemania (AfD), el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) y la organización derechista local Pro Chemnitz, que desconvocó una manifestación previa para plegarse a la protesta principal.
El objetivo de la manifestación era recordar la muerte el pasado domingo de un alemán, presuntamente asesinado por dos inmigrantes. Pegida, por ejemplo, señaló que busca poner sobre la mesa a "todos los fallecidos a causa de la multiculturalización a la fuerza de Alemania" y criticar la "política migratoria ilegal". Posteriormente se supo que la víctima era de origen cubano.
A medida que avanzó la jornada, la tensión fue creciendo pese a los esfuerzos de la Policía por mantener a los grupos más violentos de los manifestantes y contramanifestantes separados. "Varios puntos de Chemnitz están cargados de tensión. Nuestro operativo ha tenido que atacar en ocasiones", reconocía la Policía de Sajonia a través de Twitter.
Evitar polarización
Una alianza de 70 organizaciones, en tanto, convocó a una contramanifestación bajo el lema "Corazón en lugar de odio”, a la que también llegaron miles de personas, unas 3.500 según la Policía. Los partidos socialdemócrata (SPD), Verde y La Izquierda se sumaron a este llamado, que tiene como objetivo plantar cara al racismo. Distintos sectores de la sociedad alemana han quedado impactados por las escenas de violencia vistas en Chemnitz, donde neonazis agredieron a extranjeros la semana pasada. La Policía fue acusada de no reaccionar a tiempo ante estos ataques.
"Tenemos que levantarnos. No se puede ir a manifestaciones donde se hace el saludo hitleriano, donde se hacen cacerías de extranjeros. Esa es la línea roja", aseguró en declaraciones a la televisión N-TV la vicepresidenta del SPD, Manuela Schwesig. Dietmar Bartsch, jefe del grupo parlamentario de La Izquierda, consideró "enormemente importante" que Alemania no deje "marchar solos a los neonazis". "No podemos cerrar los ojos. Tenemos un problema social. No puede ser que el odio y el racismo tengan de nuevo un hogar en Alemania", agregó.
"Hoy, Sajonia y Chemnitz tienen que enviar el mensaje de que nos opondremos a los instigadores de derecha con todos los recursos del Estado de derecho", dijo la alcaldesa de la ciudad, la socialdemócrata Barbara Ludwig. El ministro federal del Interior, Horst Seehofer, dijo que entiende que la gente esté impactada por el "brutal asesinato” de un ciudadano, pero que "no existe excusa alguna que justifique la violencia” que se ha visto en la ciudad sajona, y llamó a hacer "todo lo posible para evitar la división de nuestra sociedad”.
DZC (EFE, dpa, AP)
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