El Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, se encuentra en Palmira, a unos 500 kilómetros por carretera, al sudoeste de Bogotá. Allí trabaja Ana María Loboguerrero con un equipo interdisciplinario. En sus investigaciones participan, además, campesinos y agricultores. Ellos desempeñan un rol primordial en la elaboración de los llamados pronósticos agroclimáticos. Pues los datos de precipitación y temperatura que recogen y proporcionan a los investigadores, se emplean en el diseño de estos pronósticos. De ellos se concluyen luego las recomendaciones que les serán dadas a los agricultores para mejorar sus cosechas. Una importante herramienta ante los fenómenos meteorológicos extremos que en las últimas décadas están afectando al planeta. En entrevista con Fuerza Latina, la científica colombiana cuenta por qué la apasiona tanto su trabajo y habla de la importancia que tiene vincular la ciencia, la agricultura y la política.