El ejército colombiano tiene orden de acabar con las guerrillas de izquierda. Cada baja del enemigo se recompensa con ascensos, dinero, días libres. Muchos uniformados están dispuestos a obtener estos incentivos. Aunque haya que acabar con vidas inocentes. Fair Leonardo Porras fue llevado, engañado, a Ocaña, un municipio situado a más de 600 km de su hogar familiar, en Soacha. Allí, un coronel retirado lo vende a soldados del ejército colombiano quienes lo ejecutan extrajudicialmente. Luego, reportan a sus superiores la baja en combate de un comandante guerrillero. En realidad, el asesinado era Fair Leonardo Porras. Un joven de 26 años que, como dice su madre, era "un niño en un cuerpo de hombre". Tenía discapacidad física y trastornos de desarrollo intelectual porque durante su embarazo ella había sido arrollada por un vehículo. Luz Marina Bernal pasó de ser una mujer del hogar a defensora de DD.HH. Y demostró al Estado y al mundo entero que su hijo era una persona inocente.