Fútbol: un negocio opaco
16 de febrero de 2016
La justicia federal de Brasil ordenó el pasado lunes (15.02.2016) el congelamiento de diversas propiedades del astro del FC Barcelona Neymar. Entre los bienes congelados figuran inmuebles en Sao Paulo, Sao Vicente, Praia Grande, Guarujá, Santos e Itapema.
El fisco brasileño acusa a Neymar de haber evadido el pago de 63,6 millones de reales (poco más de 14 millones de euros) en impuestos entre 2011 y 2013, incluyendo la transferencia del atacante del Santos al FC Barcelona. El congelamiento de bienes decretado este lunes, por un total de 192 millones de reales, pretende precisamente garantizar el pago a las arcas públicas del monto endeudado por Neymar y quienes manejan sus finanzas.
La noticia enrarece el de por sí agitado entorno de las finanzas del fútbol. La otro estrella del FC Barcelona Lionel Messi se enfrentará a partir del 31 de mayo a un juicio similar ante la Justicia española, que lo acusa a él y a su entorno de presunto fraude fiscal por más de 4 millones de euros. Y en un ámbito más amplio, las acusaciones de corrupción han llevado a movimientos en la misma cúpula de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), cuyo expresidente, Joseph Blatter, compareció este martes ante el Comité de Apelaciones del organismo.
¿Fin de una época?
Desde el punto de vista jurídico, todo individuo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y por supuesto esto aplica para Neymar, para Messi y para quienes administran la carrera de ambas estrellas. Pero dichos casos podrían marcar el fin de una época, si dan pie a que se sepa con mayor detalle cómo fluyen las finanzas en el mundo del fútbol, en el que actualmente son comunes los acuerdos de confidencialidad y los llamados “pactos de caballeros” entre clubes, directivos, y representantes de jugadores.
Mientras esto se decide, desde Portugal opera la controvertida plataforma Football Leaks, fundada en septiembre de 2015 con el propósito de “hacer más transparente” el fútbol. En ella han sido publicados detalles de traspasos tan importantes como el de Gareth Bale, Toni Kroos y James Rodríguez, todos al Real Madrid. También se han dado a conocer los términos del fichaje de Xabi Alonso por el Bayern Múnich.
Sus detractores acusan a Football Leaks de acceder a información utilizando métodos ilegales. La plataforma niega los cargos. Pero la necesidad de un mejor acceso a la información relacionada con las finanzas del fútbol internacional sí es asunto comprobado. El año pasado, la organización Transparencia Internacional publicó un informe basado en peticiones de información a 209 federaciones nacionales de fútbol.
Enormes y misteriosos negocios
De ellas, “solo 14 publican el mínimo de información necesaria para permitir al público conocer qué hacen, cómo gastan su dinero, y qué valores representan”, afirma el documento. “Muchas federaciones y confederaciones obtienen ingresos de patrocinadores, derechos de transmisión, ventas de boletos, partidos internacionales y otras fuentes, además de los fondos proporcionados por al FIFA. Y mientras despliegan de manera prominente los logotipos de sus empresas socias en sus páginas de internet, no proporcionan información acerca de dichos negocios y actividades”, sigue el reporte.
Actividades que en todo el mundo, y para la propia FIFA, representaron ingresos superiores a los 4.000 millones de dólares entre 2007 y 2010. Cantidad similar (4.100 millones de dólares) registró por sí mismo el jugoso y opaco negocio de los traspasos en el fútbol, tan solo en 2015.