Fútbol y fiesta hasta que el cuerpo aguante
15 de mayo de 2005
¿Qué harían españoles, argentinos y brasileños si a las once de la noche termina la fiesta? ¿Cómo reaccionarían? No es que a los oriundos de estos países les preceda la fama pero en comparación con Alemania, la actitud ante la fiesta es otra. Y esta duda se la empiezan a plantear los políticos de algunas ciudades alemanas. No es fácil contentar a millones de visitantes, sobre todo si no se les ofrece la diversión que buscan y merecen.
Las costumbres cambian en los distintos puntos del planeta. Mientras en algunos estados de Alemania rige la norma de cerrar las terrazas (llamadas Biergarten) a una hora temprana, en otros países es costumbre celebrar triunfos y derrotas hasta el amanecer. Y esta oferta de diversión será necesaria para que disfruten los asistentes al mundial de Alemania 2006.
¿Dónde celebramos?
Uno de los estados que inició el debate fue el de Baden Württemberg. El presidente Günther Oettinger, del partido conservador CDU, comenzó a hacer campaña entre los aficionados proponiendo la ampliación del horario de los negocios. "Si cerramos terrazas a las 10 de la noche, las esperanzas de argentinos, brasileños y daneses se verán truncadas", declaró Oettinger. El político mostró además su intención de continuar con "manga ancha" tras el evento deportivo.
Sobre todo la Asociación de Hoteleros y Gastrónomos del estado se frotó las manos con la opinión de Oettinger. Seguramente suponga para ellos un aumento de dividendos. Los clientes no entienden estas reglas sobre la hora de cierre, "no es adecuado para presentarnos como un país abierto y hospitalario", declaró el presidente de la asociación Peter Schmid.
La moda se extiende
También otros estados se han apuntado a la nueva moda. Según una encuesta del Instituto Emnid, las tres cuartas partes de los alemanes desean disfrutar de su cerveza al aire libre por lo menos hasta medianoche. ¿Quién se quiere ir a casa a las diez en una noche de verano?
En Hamburgo y Renania Palatinado ya ha sido aprobado. Y los de Munich celebrarán este año los diez años de la revolución de los "Biergarten". En 1995, unas 25.000 personas salieron a la calle para pedir horarios más flexibles y lo consiguieron. Desde entonces, las terrazas pudieron permanecer abiertas hasta las once de la noche.
Cervezas sin límite temporal
La mejor oportunidad para ejercitar las nuevas costumbres llegará pronto en Munich. El décimo aniversario de la revolución será celebrado con la larga noche de los "Biergarten". Los locales permanecerán abiertos hasta la una de la noche. Y como nación organizada, hasta se ha pensado en los autobuses para llevar a los clientes a sus casas, caso de que todavía no estén acostumbrados a la cerveza a medianoche y necesiten ayuda.
¿Se convertirá el Mundial en el periodo de prueba para "cerveceros sin fronteras"? Algunos políticos ya exigieron a Oettinger que se respete la libertad de horario tras el Mundial. Sin embargo, Oettinger prefiere esperar. Sin duda el Mundial será una oportunidad excepcional para probar la capacidad de los alemanes de aguantar las terrazas abiertas a medianoche. Seguramente haya mucho que celebrar.