Garzón inhabilitado
9 de febrero de 2012
Tres juicios afronta Garzón. Y la condena llegó en el primero de ellos. Este jueves (9.2.12), el Tribunal Supremo condenó al juez español a once años de inhabilitación por las escuchas en prisión de las conversaciones de los acusados del caso “Gürtel” con su abogado.
Curiosamente, señalan los medios españoles, se trata del primer condenado en la trama de corrupción que salpica desde hace tres años al Partido Popular.
Juristas alemanes conmocionados por el caso
Hace una semana, Otto Jäckel, presidente de la asociación de juristas IALANA, envió un comunicado de prensa en el que criticaba duramente el juicio al juez Garzón por investigar los crímenes del franquismo. “En Madrid está en juego la independencia judicial”, alertaba el comunicado enviado por Jäckel. “Sería una vergüenza para España que Garzón pagara con el final de su carrera profesional y de su buena fama por haber investigado al dictador y a sus secuaces”.
Pero ahora es el caso Gürtel el que ha asestado el golpe a Garzón. Tras conocer la sentencia, Björn Rohde-Liebenau, miembro del consejo de IALANA, dijo para DW que "sería necesario continuar el trabajo de Garzón en muchos otros países”. La sentencia ha producido conmoción en IALANA, donde se preguntan cómo deben funcionar en un país democrático los mecanismos de control del sistema judicial. "El Tribunal Supremo de España, una institución en la que todo el mundo debiera confiar, parece haber tomado partido sobre cómo deben trabajar los jueces que investigan, lo que puede dañar a toda la institución.", afirmó Rohde-Liebenau. “Sentimos honda preocupación por el sistema judicial español”, concluyó.
Un juez incómodo
La condena implica el final de la carrera judicial de Garzón y ha suscitado indignación tanto en la izquierda española, como en círculos culturales e intelectuales, así como en víctimas del franquismo y de otras dictaduras que persiguió. Pero no hubo sorpresa. Para muchos, se trata de una sentencia anunciada, pues Garzón no resulta un juez “cómodo”.
A lo largo de su carrera se enfrentó al exdictador Augusto Pinochet. Además, persiguió a exmilitares argentinos, intentó investigar los crímenes del franquismo y se erigió como defensor y protector de los derechos humanos.
A la vez que recibía reconocimientos internacionales, como su candidatura al Premio Nobel de la Paz, Garzón se fue granjeando muchos enemigos por atreverse con casos que otros compañeros no quisieron abordar y por su gusto por la notoriedad mediática. Progresista en lo ideológico, no sólo tiene enemigos y detractores en el PP de Rajoy, desde el que hoy llegaron algunas manifestaciones evidentes de satisfacción por su condena. También los tiene en el Partido Socialista (PSOE), de la mano del cual, en 1993, en tiempos de Felipe González, hizo una incursión en política de la que no salió muy bien parado.
Autora: María Santacecilia/dpa
Editora: Emilia Rojas