Gas de Senegal para Alemania: ecologistas están alarmados
1 de agosto de 2022Para Yero Sarr, la cosa está clara: "La República Federal de Alemania no debe participar en este proyecto”, dice el activista senegalés por clima. Pero su gobierno y el de Alemania lo ven de otra manera. Es que no se trata de un proyecto cualquiera, sino de la extracción de gas de uno de los mayores yacimientos en la costa de Senegal, así como del abastecimiento energético de Alemania y de las relaciones germano-africanas.
A partir de diciembre de 2023 fluirá gas del yacimiento Greater Tortue Ahmeyim. Para el comienzo, Senegal calcula que serán unos 2,5 millones de toneladas al año. Las obras están en marcha, entre otras, una terminal flotante para gas licuado (GNL). A partir de 2030 se podrían extraer hasta 10 millones de toneladas. Pero, para eso, el gobierno de Senegal necesita socios. Tanto el presidente senegalés, Macky Sall, como el canciller alemán, Olaf Scholz, están de acuerdo en cooperar.
El interés de Alemania en este emprendimiento es evidente. Después de todo, el gobierno alemán está buscando nuevos proveedores de gas desde el inicio de la guerra rusa contra Ucrania.
Ecologistas hablan de "violación del espíritu del Acuerdo de París”
Los ecologistas no creen en absoluto en esa visión idealizada de una sociedad para obtener gas. "No puede ser que el gobierno alemán viaje a otros países para impulsar allí proyectos conjuntos para extraer energías fósiles. Eso viola el espíritu del Acuerdo de París”, dijo a DW Sascha Müller-Kraenner, de la asociación alemana en pro del medio ambiente Umwelthilfe. En realidad, añade, Alemania y los otros países del G7 se han comprometido a no invertir más dinero público en fuentes fósiles de energía.
Pero, en vista de la crisis causada por la guerra en Ucrania, el acuerdo se ablandó, lo cual representa un enorme retroceso para los objetivos climáticos internacionales, señala el representante de Umwelthilfe, y expresa todavía más temores. "Las perforaciones para extraer gas en la costa de Senegal y Mauritania tienen efetos masivos en la industria pesquera local, en las personas, en los puestos de trabajo, y, por supuesto, en la naturaleza”, advierte Müller-Kraenner.
Una "opción absolutamente correcta”
El gobierno alemán, sin embargo, respalda este proyecto. Alemania quiere utilizar gas hasta que pueda cubrir su demanda energética por completo con energías renovables. Es una "opción absolutamente correcta” que Senegal utilice sus yacimientos gasíferos para su propia transición energética hacia las renovables, y que también esté a disposición como proveedor de gas para otros, dijo el secretario de Estado del Ministerio de Desarrollo alemán, Joachim Flasbarth, a fines de junio. Durante su visita a Senegal, el canciller alemán también prometió cooperar con ese país para implementar el uso de las energías renovables, por ejemplo, a través de una llamada "sociedad climática”.
Ya actualmente, la Corporación Alemana de Préstamos para la Reconstrucción está fomentando una planta de energía solar cerca de la capital, Dakar. En el futuro, Senegal quiere cubrir el 30 por ciento de sus necesidades de electricidad con energías renovables. Sin embargo, el presidente Sall también cree que no pueden prescindir del gas.
Asociación Africana: "un paso imprescindible”
Los representantes empresariales también están a favor del proyecto gasífero. "Es un paso esencial para fortalecer y profundizar la cooperación energética con el continente africano en su conjunto. Es un poco lamentable que hagamos esto recién ahora, debido a que estamos teniendo problemas graves debido a la falla en el suministro de gas de Rusia”, dice Christoph Kannengiesser, de la Asociación Empresarial Germano-Africana, a DW. Alemania sigue dependiendo de las importaciones de gas y no puede cubrir todas sus necesidades energéticas con fuentes sostenibles.
Sin embargo, no está claro qué quedará finalmente de las prometedoras perspectivas de la cooperación conjunta germano-senegalesa, ya que no se sabe exactamente qué han logrado las conversaciones anunciadas por el canciller Scholz.
(cp/ers)