Gaza: manifestaciones contra el presidente palestino
19 de diciembre de 2014
La concentración tuvo lugar en la plaza dedicada al soldado desconocido, ante las fuerzas de Seguridad del movimiento islamista Hamás, que controla la franja desde que en 2007 expulsara por la fuerza de las armas a los miembros de Al Fatah (incluido el propio Dahlan), principal partido en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Con banderas de ese movimiento palestino y fotos de Dahlan, expulsado hace dos años de Al Fatah acusado de corrupción, los asistentes gritaron consignas en contra del presidente palestino, al que acusaron de debilidad y connivencia con los israelíes.
"Debemos defender nuestra dignidad y proteger el futuro de nuestros hijos para que no queden marginados y sean desplazados" y "Abás debe pagar el precio" fueron los dos eslóganes utilizados por los seguidores de Dahlan para movilizar a sus seguidores a través de las redes sociales.
La división palestina se certificó en 2007, año en el que las fuerzas armadas afines a Hamás expulsaron de Gaza a los seguidores de Al Fatah y se hicieron con el control absoluto de la franja. Ese mismo año, Israel impuso un férreo bloqueo económico y un estrecho asedio militar a Gaza, que ha conducido a la pobreza y encerrado en este pedazo de costa a cerca de dos millones de palestinos.
La gestión de este conflicto por parte de Abás fue abiertamente criticada por Dahlan, que pasó de ser uno de los hombres fuertes de Al Fatah con mayor proyección de futuro a rival del mandatario, expulsado y marginado dentro del movimiento.
Hamás y el Al Fatah alcanzaron un acuerdo de reconciliación el pasado 26 de abril que fructificó cinco semanas después en un gobierno de unidad nacional que hasta la fecha no ha logrado su principal objetivo, cerrar la brecha y convocar nuevas elecciones. Las principales razones son la ofensiva israelí sobre Gaza (en la que este verano murieron más de 2.100 personas, en su gran mayoría civiles palestinos), las dificultades que Israel pone para la reconstrucción de la arrasada franja -donde cerca de 100.000 personas se quedaron sin hogar- y la desconfianza que persiste entre ambos grupos.
RML (efe, afp)