Gobierno argentino acusa a gremialista opositor por saqueos
22 de diciembre de 2012
La tensión por los saqueos y hechos de vandalismo en diferentes puntos de la República Argentina no cede. Entretanto, el ministerio argentino de Seguridad informó que ya hay más de 500 detenidos en todo el país por los incidentes, más de 300 de ellos solo en el Gran Buenos Aires. El Gobierno dispuso reforzar la vigilancia en supermercados y áreas comerciales del Conurbano Bonaerense.
Al menos 292 comercios fueron saqueados entre el jueves y el viernes en 40 ciudades de Argentina, según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa
(CAME) difundido este 22 de diciembre. En total unos 500 comercios, entre ellos numerosos supermercados, sufrieron daños de algún tipo. Las pérdidas registradas por los saqueos superarían los 29 millones de pesos (5,9 millones de dólares), de acuerdo a este relevamiento. No se contabilizaron en tanto las pérdidas de los comerciantes por haber tenido que cerrar sus puertas en los días previos a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la temporada de mayor venta en muchos rubros.
No sólo hubo saqueos en supermercados, donde se sustrajeron alimentos, bebidas y artículos de electrónica, sino también en zapaterías, locales de decoración y regalos, farmacias y comercios de indumentaria.
Saqueos fueron “organizados”, según el Gobierno argentino
El secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni, vinculó a sectores relacionados con el jefe de la central obrera CGT disidente de Moyano con los robos. "Hemos detenido a más de 100 delincuentes, entre ellos barras bravas del Club Villa Dálmine y choferes de la empresa agroquímica, que responde al gremio de camioneros", afirmó Berni en referencia a los saqueos del viernes en la ciudad de Campana, a 70 km de Buenos Aires.
El jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, señaló en tanto que lo ocurrido son "hechos aislados y organizados" y apuntó también contra Moyano, que el 20 de noviembre pasado lideró la primera huelga nacional contra el kirchnerismo y el miércoles pasado encabezó una marcha de protesta en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Moyano, hasta hace poco estrecho aliado del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, es el jefe del influyente sindicato de choferes de camiones y encabeza la ahora fracción opositora de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT), con la cual comulga la CGT Azul y Blanca del líder gastronómico Luis Barrionuevo.
Líder sindical opositor: “El Gobierno se quiere victimizar”
"Hay un sector de la Argentina que quiere llevar al caos, la violencia y quiere teñir de sangre las fiestas", lamentó el secretario de Seguridad, quien afirmó que esto "fue previamente organizado" y "responde a cuestiones políticas".
Moyano negó estas acusaciones. "Jamás se nos pasaría por la cabeza un hecho de esta naturaleza. No cabe duda que vamos a hacer una denuncia penal a este señor. Van a tener que dar explicaciones en la Justicia", aseguró el líder sindical. “No tenemos dudas de que esto que está pasando lo orquestó el propio gobierno", denunció Moyano en una conferencia de prensa. "Hoy el gobierno se quiere victimizar porque no tiene respuesta para nada, la única respuesta que tiene es la que está llevando adelante con este ajuste encubierto", afirmó el dirigente sindical y peronista.
En cuestión de horas, los saqueos se multiplicaron en puntos muy distantes, como la norteña ciudad de Resistencia, en la provincia del Chaco; la ciudad de Rosario, en Santa Fe; y las localidades bonaerenses de Zárate y Campana, ubicadas a unos 80 kilómetros al norte de la capital argentina.
El secretario de Seguridad nacional destacó con énfasis que esta situación no se asemeja a la revuelta social que vivió Argentina hace 11 años: "Esta Argentina no es la misma que la del 2001". Estos saqueos al parecer organizados se produjeron al cumplirse once años de la crisis social, política y económica que el 21 de diciembre de 2001 terminó con la renuncia del entonces presidente de la Alianza Fernando De la Rúa en la mitad de su mandato.
Fuente: dpa
Editora: Cristina Papaleo