Gobierno de Pakistán quiere enjuiciar a Pervez Musharraf
17 de noviembre de 2013
Lejos quedaron ya los días en que Pervez Musharraf guiaba los destinos de Pakistán con mano de hierro. Hoy, el expresidente vive la otra cara de la moneda, luego de que el Gobierno informara este domingo (17.11.2013) de su deseo de llevarlo a los tribunales acusado de alta traición. Así dio a conocer el ministro de Interior, Chaudhry Nisar Ali Khan. La acusación podría acarrear la pena de muerte o la cadena perpetua.
De acuerdo a la autoridad, el Gobierno halló “pruebas suficientes” para acusar al militar. “La decisión se tomará conforme al interés general”, añadió el ministro. En caso de llevarse adelante la iniciativa, Musharraf sería el primero de los cuatro militares que gobernaron Pakistán en ser acusado de alta traición. La decisión podría poner al Gobierno civil en colisión con todos los poderes militares, que siguen siendo muy influyentes.
Si bien las Fuerzas Armadas parecen haber dado la espalda al exmandatario, sectores de la oficialidad han manifestado su descontento con el trato que ha recibido Musharraf desde que dejó el poder. La acusación es por haber suspendido la Constitución con el decreto de Estado de Emergencia en 2007, algo que se equipara a la alta traición. El Gobierno decidió instaurar una comisión que analice el caso.
Musharraf anuncia defensa
El abogado defensor de Musharraf, Ahmed Raza Kasuri, ya anunció que su cliente se defenderá en los tribunales. En tanto, la portavoz del partido de Musharraf, el APLML, Aasia Ishaque, acusó al Gobierno del primer ministro Nawaz Sharif de llevar a cargo una “venganza política”. Valga recordar que Musharraf llegó al poder como jefe del Ejército en un golpe de Estado en 1999 contra el entonces primer ministro Sharif.
Khan dijo que el Gobierno pedirá oficialmente por escrito este lunes (18.11.2013) al Tribunal Constitucional la instauración de un tribunal que dirija el proceso. Además, el Ejecutivo nombrará un fiscal especial para el caso, que se suma a otros procesos contra Musharraf por la muerte de un clérigo radical en 2007, el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto y el de un líder separatista en 2006.
Musharraf gobernó Pakistán entre 1999 y 2008. Tras su regreso de un exilio autoimpuesto fue puesto bajo arresto domiciliario en su villa a las afueras de Islamabad, donde incluso recibió amenazas de muerte de grupos opositores. Hace unos días se levantó ese arresto tras el pago de una fianza, pero el Ministerio del Interior prohibió a Musharraf salir del país hasta que se cierre el proceso en su contra.
DZC (dpa, AFP)