Gol de R2-D2 ("Arturito")
19 de junio de 2002Ronaldo, el astro brasileño, no tiene aún motivos para sentirse preocupado: los robots jugadores de fútbol sólo estará en condiciones técnicas de enfrentarse a los de carne y hueso en el año 2050. Pero ya se están entrenando.
Hace seis años se llevó a cabo la primera RoboCup, o Copa de los Robots. Por ese entonces eran aparatos con forma de cajón, que se desplazaban sobre ruedas, y muy proclives a sufrir desperfectos. En el campeonato que se inició ahora en Fukuoka participan equipos de 193 equipos, de 30 países. Y su aspecto ya es mucho más "humano".
Tarjeta amarilla
Los robots juegan al fútbol sin el apoyo de la hinchada y sin la regla del off-side. Según los científicos, sus posibilidades de llegar a derrotar algún día a los hombres radica en que se los puede programar para que jamás cometan un foul. Las reglas de este campeonato se asemejan a las de los juegos convencionales: se trata, simplemente, de introducir la pelota en el arco. Si los robots, en este afán, se comportan en forma demasiado agresiva, reciben una tarjeta amarilla.
Estas máquinas, capaces de aprender por si solas, reconocen el entorno en su medio electrónico, analizan sus posibilidades de acción y ejecutan en la cancha las opciones con mayor probabilidad de éxito. "Tenemos todos los factores que constituyen un verdadero desafío para un robot", explica un entendido de la universidad de Nuevo Gales del Sur, Australia. Pero Minoru Asada, un especialista en robótica de la universidad de Osaka, admite: "Cuando veo los movimientos de Ronaldo, nuestra meta me parece inalcanzable".
Mucamas de hojalata
No obstante, lo que importa en este campeonato es el desafío. La Copa de los Robots ofrece a los científicos de todo el mundo una buena oportunidad de intercambiar experiencias. Y también los estudiantes adquieren mayor motivación.
La tecnología robótica tiene especial relevancia para la navegación espacial, para las plantas nucleares y para las operaciones de emergencia en casos de catástrofe. Pero quizá también la adquiera en la vida cotidiana. El investigador noruego Peter Nordin señala que, dentro de unos diez años, los robots podrían prestar servicios domésticos a bajo precio.
Mejor pequeñitos
Sin embargo, hasta las actividades más simples resultan todavía extremadamente difíciles para un robot. Una máquina fabricada en la universidad de Tokio, por ejemplo, necesita aún varias horas para limpiar una mesa.
Por otra parte, los estudios revelan que los seres humanos se sienten amenazados por los robots de gran tamaño y prefieren los pequeños. "En esto hay mucho de sicología. No sé si encomendaría el ciudado de mis hijos a un robot de tres metros ", reconoce Nordin. Pero todavía no hay por qué llegar tan lejos. Por estos días, sólo se trata de emular a Ronaldo.