Google: la digitalización lee inglés
25 de febrero de 2005
Como se digitaliza sólo en inglés, la dominación de este idioma en la red pasaría a ser intolerable, se argumenta en Francia y Alemania. Ahora ambos países han tocado a la contraofensiva.
El proyecto presentado recientemente por Google está levantando olas. En cooperación con ilustres bibliotecas norteamericanas, como las de las universidades de Stanford, Harvard y Oxford y la New York Public Library, el motor buscador está digitalizando 5.000 libros por día.
Al final quedarán digitalizados unos 15 millones de volúmenes. Google pondrá los textos en su página a disposición de los usuarios, gratis.
Libros algo viejos se ofrecerán completos, de los más nuevos habrá sólo extractos o informaciones bibliográficas, por razones de derechos de autor.
Una vez acabado el proyecto, los internautas podrán recurrir a la pasmosa cantidad de 4.500 millones de páginas de libros. A primera vista, una idea fantástica. Pero hay quien tiene algo que objetar.
Un artículo furibundo
Jean-Noel Jeanneney, el director de la Biblioteca Nacional de Francia, con sede en París, escribió un furibundo artículo al respecto para el diario Le Monde. Para Jeanneney, el proyecto de Google supone un gran golpe para los europeos no anglohablantes.
Como se digitalizan sólo libros en inglés, "amenaza una intolerable dominación de este idioma, cuando se trate de la imagen que generaciones futuras tendrán del mundo".
En otras palabras: un día no muy lejano, los escolares pueden estar absolutamente convencidos de que, amén de en inglés, en ningún otro idioma se han publicado jamás libros sensatos y de algún valor.
Jeanneney teme sobre todo el "sello de garantía" de Google. En vista de la inmensa cantidad de información que circula en Internet, cada vez es más importante el sello de calidad proporcionado por una marca reconocida, tal como la del robot buscador más usado en el mundo.
En el proyecto de Google, que cuenta con cuantiosos recursos económicos, se favorece claramente la bibliografía en inglés, a costa de otros idiomas y culturas. Por ello, dice Jeanneney, los europeos continentales deben pasar de inmediato a la contraofensiva.
Apoyo alemán
En Alemania, el llamado del francés ha sido muy bien recibido. Ute Schwens, directora de la Biblioteca Alemana, con sede en Fráncfort del Meno, dice: "La iniciativa francesa me parece muy importante y alentadora. Francia siempre ha estado muy activa en lo que se refiere a la digitalización de la herencia cultural".
Los alemanes exigen ahora fondos de la Unión Europea para llevar a la práctica un proyecto propio similar al de Google.
En numerosos países europeos existen ya iniciativas nacionales más o menos importantes. En Alemania trabaja un grupo en el desarrollo de un plan nacional.
Intentos sólo fragmentarios
En proyectos tales como "Digizeitschrift" se hallan a disposición en línea unas 50 revistas y el "Proyecto Gutenberg" ofrece 420.000 páginas de libros en pantalla.
Esas cifras no son despreciables, tampoco en comparación con el proyecto mamut de Google. Sin embargo, no pasan de intentos fragmentarios.
Algo mejor es el paso que se dará el mes próximo: textos digitalizados de diversas bibliotecas europeas serán puestos a disposición de los lectores en forma centralizada, en una "Biblioteca Europea".
No obstante, todo ello queda muy alejado de los 15 millones de libros de Google.
Si la iniciativa francesa no tiene andamiento, los "viejos europeos" creen tener un as en la manga: la oficina de la Biblioteca Europea negocia actualmente con Google para que en su proyecto se incluyan también libros de bibliotecas no anglohablantes. Es de esperar que tampoco el español se quede atrás.