El dilema griego

Die Tageszeitung, de Berlín: “Ahora, los otros países de la zona euro tienen que elegir. Se tienen que decidir entre dos alternativas que no podrían ser más diferentes y menos atractivas para el contribuyente. Variante 1: Si los griegos no quieren seguir ahorrando y siguen sumando déficits, se los deja caer en bancarrota. Pero habría peligro de que el caos se extendiera, ya que los bancos griegos colapsarían, y el Estado ya no podría pagar sus deudas. Los griegos serían excluidos de la eurozona y los portugueses –así como los irlandeses- serían los próximos. Variante 2: La eurozona aumenta su ayuda financiera para Grecia. Es decir, acepta que las medidas de ahorro no son efectivas, entre otras cosas, porque acentúan la recesión en ese país.”

“No se debe temer a la opinión pública”

Frankfurter Rundschau, de Fráncfort del Meno: “¿Es el objetivo contribuir con el futuro económico de Grecia y salvar la eurozona al imponer al debilitado país heleno un programa de austeridad que, en lugar de posibilitarle ese futuro más bien lo obstaculiza a largo plazo? ¿No se han dictado, tal, vez esas medidas de ahorro para apaciguar a la opinión pública alemana, que, en realidad, desistiría de brindar todo tipo de ayuda financiera a Grecia por considerar que cuesta demasiado? Y todo para transmitir al contribuyente alemán que los griegos no recibirán ayuda en forma gratuita. En los países de la eurozona, sobre todo en Alemania, se necesitan políticos que no tengan miedo de la opinión pública, sino que le dejen bien en claro y sin lugar a dudas que vale la pena apoyar a Grecia en esta crisis. A corto plazo, porque los acreedores ya se están llenando los bolsillos con los créditos otorgados a los griegos. Y a largo plazo, porque los países exportadores dependen del salvataje de la zona euro.”

“Donde hay voluntad, hay un camino”

La Presse de la Manche, de Cherburgo: “La crisis financiera griega es, en más de un sentido, un motivo de preocupación. Es el resultado de una desviación del Estado que lleva décadas y que provoca, además, desviaciones en la sociedad griega. En ese país sumergido en deudas se desarrolló una economía paralela donde reina la costumbre de hacer trampa, que se transformó en un deporte nacional, y eso arruina a cualquier estado. Hace tiempo que cada cual se armó su propio sistema ilegal de beneficios, sin facturas, sin declaraciones de ingresos, o con tan poca transparencia que el dinero nunca llega al ministerio griego de Finanzas. (…) Pero no hay que pensar que las crisis y los dramas son algo definitivo. Donde hay voluntad, siempre hay un camino.”

“Eurozona necesita sistema regulatorio de la economía”

Le Monde, de París: “Pedir a los bancos que paguen su parte del caos griego le hace justicia a un aspecto moral, ya que aquellos que en el pasado financiaron a Grecia sin ningún tipo de discernimiento son los que tienen que hacerse responsables de las consecuencias. Se puede entender que el electorado de los países del norte de Europa esté harto de pagar por un país que, a ojos vista, está en un callejón sin salida. (…) Pero, en realidad, debemos mirar más allá. No alcanza con apagar el incendio. La crisis es de tal profundidad que un solo golpe de viento vuelve a atizar el fuego. (…) Tenemos que prestar ayuda a Grecia, pero vigilando al mismo tiempo sus reformas y la ejecución de su plan de austeridad. Lo que la eurozona necesita, sobre todo, es un sistema de regulación de la economía y las finanzas.”

CP/dpa

Editor: Pablo Kummetz