Grupo Internacional de Contacto por Venezuela: urge acelerar
8 de abril de 2019"La impresión con la que nos fuimos de la reunión de Quito, a finales de marzo, es que en Europa no hay el sentimiento de urgencia en cuanto a la situación venezolana”, dijo a la prensa, al finalizar la reunión de los 28 ministros de Exteriores de la UE, Josep Borrell, el titular español. España y Portugal, miembros del Grupo Internacional de Contacto (GIC) han insistido en imprimir celeridad a sus labores.
Creado a finales de enero de 2019 para buscar una salida pacífica a la crisis de Venezuela, el GIC se dio un plazo de 90 días para avanzar en facilitar el acceso de asistencia humanitaria y crear las condiciones para elecciones presidenciales libres, justas y transparentes.
Estos 90 días no deben ser entendidos como un plazo inamovible, explicó por su parte, Federica Mogherini, Alta Representante de la Política Exterior de la UE, sino como un momento para determinar si merece la pena que el GIC –al que pertenecen también Francia, Alemania, Italia, Holanda Suecia, Reino Unido, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay- continúe sus esfuerzos. "Hemos decidido seguir trabajando de cerca con nuestros socios latinoamericanos y también con algunos miembros del Grupo de Lima”, dijo Mogherini.
"La situación empeora a ojos vista”, declaró el ministro portugués, Augusto Santos Silva. "Que el gobierno de Maduro reconozca la necesidad de una acción humanitaria ya es un avance”, agregó.
Avances humanitarios confirmados
"El espacio para la asistencia humanitaria sí está abriéndose, poco a poco”, confirma a DW Feliciano Reyna, fundador de la organización Acción Solidaria. Esta organización junto con otras, comenzó en 2016 a llevar discretamente medicinas, insumos médicos, alimentos y artículos de higiene personal. Unas cien toneladas han hecho ingresar a Venezuela desde que comenzaron sus labores.
"En 2017 y 2018, Unicef y la Organización Panamericana de la Salud empezaron a llevar, con plena autorización del gobierno, cantidades algo mayores”, sigue Reyna. "En este momento sí están entrando más actores en el espacio humanitario. La Cruz Roja Internacional y la Cruz Roja Venezolana se han unido”, confirma.
"No obstante, a pesar de estas nuevas entradas y que la respuesta va expandiéndose, nos preocupa porque su dimensión es aún limitada frente a la gravedad de la situación provocada por esta emergencia humanitaria compleja”, explica el especialista. Este tipo de emergencia se define por el desmoronamiento de la economía formal y de las estructuras estatales, los conflictos civiles, las hambrunas, las crisis sanitarias y el éxodo de la población.
"La próxima semana empezará a llegar la asistencia de la Federación Internacional de la Cruz Roja. Aparte de abastecer a sus propios ocho hospitales va a trabajar con once hospitales públicos priorizados. La Organización Panamericana de la Salud está aumentando la cantidad de hospitales a las que lleva insumos, de 11 a 23”, sigue Reyna.
"Se anuncia también el ingreso de plantas eléctricas para diferentes instituciones. También insumos nutricionales para recuperar niños en estado de desnutrición”, continúa Reyna. Y si bien la ayuda está entrando su alcance es limitado.
"Todavía hay riesgos, dificultades para transportar ayuda dentro del país, hay controles de carreteras operados por militares por donde es difícil pasar, hay corrupción”, continúa Reyna, que ve indispensable un esfuerzo mucho mayor, tanto de la ONU como de la UE y otros actores, para la apertura absoluta del espacio humanitario.
La UE, por su parte, anunció a finales de marzo una ayuda adicional de 50 millones de euros para que las organizaciones que cumplan con los principios básicos de neutralidad, imparcialidad e independencia, se encarguen de su distribución. A 117,6 millones de euros asciende la ayuda europea entregada desde 2018 para paliar la crisis en el país y en la región. "Que Naciones Unidas y la Cruz Roja puedan ahora trabajar mejor en el terreno es ya un logro del GIC”, subrayó Mogherini.
¿Avances políticos?
Es en el otro terreno -en el cambio político a través de la convocatoria a nuevas elecciones– en donde el GIC no tiene avances importantes que reportar. "Por el momento, esto parece un objetivo muy lejano dado que Nicolás Maduro no se expresa dispuesto a participar en este proceso”, informó Mogherini. Entretanto, una nueva misión técnica se encuentra en Venezuela preparando el terreno y una posible hoja de ruta que pudiese conducir a una transición pacífica.
Tanto para Borrell como para Santos Silva el ritmo no es el adecuado. No se excluyen Nuevas sanciones individualizadas a miembros del gobierno causantes de violaciones a los derechos de los venezolanos o que hayan obstruido los procesos democráticos.
"No se trata de asfixiar a Venezuela, ni de que se rindan como un castillo medieval asediado”, explicó Borrell. "Pero la urgencia existe. Y vamos a tratar de ver de qué manera podemos acelerar”, añadió con vistas al siguiente encuentro del GIC que tendrá lugar a comienzos de mayo en Costa Rica.
"No nos parece mal separar el camino de la asistencia humanitaria del de la búsqueda de salida al conflicto político. Éste, difícil y complejo, seguro es más lento. Pero el espacio humanitario hay que abrirlo completamente con mayor celeridad, ya”, concluye Reyna.
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
(er)