Guaidó en Davos... Maduro en Miraflores
24 de enero de 2020El periódico Tageszeitung resumía el martes el año transcurrido desde que el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se proclamara presidente interino en un artículo titulado "Guaidó no ha conseguido nada". El diario reconocía que Juan Guaidó había logrado ser reconocido por "más de 50 gobiernos como el jefe de Estado legítimo en Venezuela", pero que no había podido cumplir ninguna de sus promesas de entonces: derrocar al presidente Nicolás Maduro, crear un gobierno de transición y convocar elecciones. "Maduro sigue sentado doce meses después en el sillón presidencial del Palacio de Miraflores".
El Weser Kurier de Bremen, en la misma línea, en el artículo "Revolución perdida", insiste en la idea de que "el líder opositor venezolano no ha logrado nada hasta ahora". Ambos periódicos coinciden también al señalar quién está sufriendo más la situación. "Mientras Maduro y Guaidó luchan por el poder en el Palacio de Miraflores, muchos venezolanos luchan cada día por sobrevivir". "Al menos Juan Guiadó ha podido volver a salir de su país poco después de cumplir un año de una de las 'presidencias' más inusuales, a pesar de que tiene prohibido viajar", concede el diario, que considera que la subida de los precios del petróleo ha dado un balón de oxígeno a Maduro.
Un regalo "caído del cielo"
El semanario económico Wirtschaftswoche destaca hoy en su artículo 'Un regalo caído del cielo' que la dolarización ha provocado una "repentina abundancia" en Venezuela. "El socialista Maduro sigue en el poder gracias al capitalismo estadounidense. Aún más: la dolarización y la avalancha de importaciones son un 'regalo del cielo', declaró recientemente el dictador. El instituto económico Ecoanalítica estima que más de la mitad de las transacciones en Venezuela ya tienen lugar en dólares". Y, citando la misma fuente, dice que entran al país cuatro mil millones de dólares al año por las remesas. "El régimen ahora espera que los refugiados venezolanos ayuden a sus familiares necesitados con las transferencias de dinero".
La enviada especial del periódico suizo Neue Zürcher Zeitung, en su crónica 'Guaidó busca apoyos en Davos', escribía que "la esperanza que muchos venezolanos habían depositado en Guaidó parece haber desaparecido". "Sin embargo, el líder de la oposición no quiere darse por vencido; al menos ese es el mensaje que Guaidó quería transmitir en Davos". La periodista constata, no obstante, que no tuvo el éxito esperado: "apenas un tercio de los asientos estaban ocupados" en la sala. Y destaca que tampoco en la Asamblea Nacional de Venezuela Guaidó tiene el apoyo de toda la oposición.
Para el Badische Zeitung, "la esperanza de un cambio político rápido en Venezuela se ha esfumado", pero destaca en el artículo de opinión 'Sin salida a la vista', que también Maduro ha perdido "importantes aliados", principalmente por los cambios de gobierno acaecidos. Solo Nicaragua y Cuba siguen apoyando sin fisuras en Latinoamérica al todavía presidente venezolano. Internacionalmente, "Rusia, que ahora maneja una gran parte del negocio petrolero de Venezuela; Turquía, donde van las reservas de oro, y el prestamista China son los socios comerciales más importantes para Maduro".
Las tensiones entre Washington y Pekín afectan a Venezuela
El fin de semana, en un extenso reportaje titulado 'El continente de la rabia', la revista Focus inscribía el caso venezolano en una oleada de descontento social que recorre Latinoamérica. Y destacaba también la presencia de China como principal acreedor del continente, en general, y de Venezuela y Ecuador en particular. "Como en África antes, los inversores chinos se aseguraron el acceso a las materias primas. En Venezuela, un ejército de geólogos chinos compiló una lista completa de valiosos recursos naturales: bauxita, dolomita, diamantes, oro, coltán... China anhela el mineral de hierro de Brasil, el cobre de Chile, el oro de Perú, el carbón de Colombia, la soja de Paraguay, la carne de Uruguay y los bancos de peces frente a las costas argentinas", interpreta el artículo.
"Los estadounidenses lo han tolerado durante mucho tiempo. Eso cambió con Donald Trump, que ha estado haciendo todo lo posible desde que asumió el cargo para contrarrestar a Pekín económica y políticamente. Los sudamericanos fueron golpeados por sus conflictos comerciales con Xi Jinping. El conflicto entre los dos gigantes provocó una caída en los precios de las materias primas y contribuyó al estancamiento que enfureció tanto a los sudamericanos", concluye la revista, insertando la crisis de Venezuela en un contexto más amplio.
(er)
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